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El estudio de arquitectos japonés SAKO diseñó en Tianjin, una localidad al este de China, esta guardería de forma circular llamada «Loop» (círculo en inglés). El edificio trata de un volumen redondo, en el que todos los espacios son curvos o de formas orgánicas, e incluso hasta las ventanas tienen las esquinas redondeadas. Su morfología es singular y atrevida para acoger una guardería, pero casa con el estilo futurista e innovador que comienza a caracterizar muchas de las grandes ciudades chinas.

Para dotar de color a la construcción y diferenciar las distintas áreas de la guardería (aulas, patios, azoteas y zonas de juego) se usaron 18 tonos diferentes. Su fuente de inspiración para escoger esos 18 colores fue las distintas tonalidades que tiene un arcoiris.

Loop consta de tres plantas y, al tratarse de un edificio circular, queda un gran patio central en el interior que aporta una sensación de amplitud ideal para un lugar como este. Además, en la azotea podemos encontrar una zona de juegos al aire libre adaptada. En ella, los niños pueden disfrutar de un suelo de césped artificial y de diferentes accesos hacia el interior del edificio, cada uno pintado de un color distinto para facilitarles la orientación.

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En la planta semisubterránea se encuentra una enorme sala de juegos de dos niveles, llena de colorido, plataformas escalonadas y que recibe luz natural gracias a unos «sistemas de embudo» que transportan la luz natural desde el patio central hasta el semisótano. Esto permite evitar el exceso de luz artificial y la sensación de encontrarse bajo tierra.

En definitiva, cuenta con varias estrategias para abrir la guardería hacia la naturaleza -aunque sea interior- y crear un entorno de características agradables para fomentar el desarrollo y la creatividad de los niños que tantas horas pasan en la guardería.

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