La llegada del bebé es un momento de muchas dudas ¿qué productos puedo comprar que serán útiles? ¿necesito un cambiador? ¿qué es eso de los sillones de lactancia? Antes que nada, queremos dejar claro que cada crianza es un mundo. Cada decisión estará siempre bien. Nosotras, no obstante, os acercamos información para que podáis decidir al respecto, por ejemplo con eso de los sillones de lactancia.

¿Qué son los sillones de lactancia?

Básicamente, como bien indica su nombre, se trata de un sillón que se utiliza para amamantar al bebé. Aunque normalmente tienen la función de mecedora, no es imprescindible. Están diseñados, eso sí, para que las mamás estén cómodas y también para favorecer una correcta postura para la lactancia. Un sillón de lactancia puede ser, por tanto, un buen elemento para colocar en la habitación del bebé. De esta forma, las tomas serán mucho más cómodas para la mamá y para el bebé.

¿Qué ventajas tiene un sillón de lactancia?

Para decidir bien, quizá queramos tener más claras las ventajas de los sillones de lactancia. Usar uno de estos puede ayudarnos a mantener la espalda recta y bien colocada, algo que reducirá enormemente la aparición de dolores.

Al tener los brazos apoyados, tampoco tendremos esa sensación de brazos cansados o agarrotados que pueden surgir en otro tipo de asientos.

Estos sillones hacen más placentero el momento, ayudando a la madre a relajarse un poco más e incluso a aliviar el estrés. Un momento íntimo y bonito con tu hijo en el que estarás completamente cómoda.

Aunque la opción de mecedora no es imprescindible, el movimiento de estos sillones pueden favorecer incluso la producción de la leche materna. Asimismo, este balanceo hace que los pequeños estén mucho más relajados a la hora de comer. Además, tras esta toma, podrás seguir meciendo hasta inducirles el sueño. También son especialmente útiles para calmar los dolores de cólicos que son tan frecuentes en los peques.

Hay que tener en cuenta que este sillón se llama sillón de lactancia, pero no es únicamente para la lactancia materna. También es útil en la lactancia artificial. Así, aunque demos biberones, estos sillones podrían ser muy útiles.

Cómo debe ser un sillón de lactancia

Esta es quizá la pregunta más importante una vez decidimos colocar un sillón de lactancia en la habitación infantil ¿y por qué en la habitación infantil? Porque si decidimos que el pequeño duerma en su cuna, podría ser mucho más cómodo tenerlo ahí para las tomas nocturnas. Y si decidimos que no, también puede ser un espacio seguro para poder dar pecho y biberón. Ahora bien, ¿cómo debe ser?

Comodidad

La principal característica de estos sillones debería ser su comodidad. Hay que tener en cuenta que la recuperación tras el parto puede ser dura. Los dolores y el cansancio son más que habituales. Pasarás muchas horas durmiendo y alimentando al pequeño, por lo que lo ideal es que las horas que estés con él, las pases lo más cómoda posible.

Debe ser cómoda para ti y también para el bebé. Algo imprescindible será que cuente con reposabrazos para poder sujetar el peso de los brazos e incluso al propio bebé sin tener que hacer mucha fuerza. Si el reposabrazos es bajo, podrás incluir también un cojín de lactancia para tener un soporte extra.

Gran ergonomía

Intentad escoger siempre sillones que tengan una base mullida y cuenten con un diseño completamente ergonómico y adaptable a la postura de la persona. Debe ser, además, robusto para poder aguantar el peso extra del bebé. Cómodo a la hora de sentarse, pero también a la hora de levantarse sin usar los brazos y sin molestar a tu bebé.

¿Un extra? El reposapiés, que aunque no es imprescindible, se agradece muchísimo para disminuir los puntos de presión en la espalda y lumbares.

Sillón con mecedora

Sí, hemos dicho en todo momento que no es imprescindible, pero no podemos negar que la función de mecedora suma. Eso sí, siempre que el movimiento sea leve y seguro para evitar que pueda hacer daño al bebé.

Este balanceo no sólo te relaja a ti, también favorece el sueño y la relajación del pequeño. Si quieres, puedes asegurarte de que tu sillón tiene una altura mayor que tu cabeza, así, si termináis los dos dormidos, no tendrás problema de sujeción tú tampoco.

Una doble vida

Debes tener en cuenta que aunque vas a usar muchísimo este sillón durante el primer año de vida de tu bebé, tras este periodo, poco a poco lo dejarás relegado a un segundo plano. Por este motivo, si queremos que la durabilidad de este mueble aumente, intentemos también comprar un sillón que se pueda adaptar al resto de la casa. Así, tendremos un sillón relax para poder colocar posteriormente en el comedor o en cualquier otra estancia de la casa.

Sillones de: Kenayhome e Ikea