¿Tienes ganas de renovar la habitación de los niños pero no dispones de demasiado presupuesto? ¡Coge el pincel! Con un poco de pintura (y una buena idea) se puede transformar cualquier rincón de la casa. Y en los cuartos infantiles queda genial, les aporta color y diversión, y ayuda a delimitar espacios.
Hoy te traigo 8 habitaciones infantiles muy especiales y un DiY, donde la pared, el techo o el suelo se han decorado y se han convertido en el foco de atracción. ¿Te atreves?
Las paredes blancas contrastan con un techo de lo más original en forma de rayos de sol. ¡Esto es una habitación infantil con personalidad!
Puedes pintar la parte inferior de la pared en forma de montañas o picos. Es muy bonito y sufrido. Puedes escoger un color suave como se muestra en esta fotografía o uno vibrante (y pintarlo con alturas más irregulares) como en la primera foto.
¡Un cabecero de lo más práctico! Y sólo han necesitado un poco de pintura kaki.
Un gris muy suave en la parte inferior de la pared aporta dulzura y tranquilidad a esta habitación.
Pero si eres más audaz, ¿qué te parece pintar la parte superior de la pared de un color bien llamativo?
Esta casa es realmente especial, y el cuarto de los niños no iba a ser menos. Una franja verde recorre paredes, suelo y techo y enmarca la zona de la ventana y el pupitre de manera espectacular.
¿Tiene un suelo de madera? ¡Pues no descartes pintarlo! En esta habitación, compartida por tres hermanos, cada niño cuenta con un espacio propio definido por un color diferente de suelo.
Y, finalmente, te propongo un DiY. ¿Te parece difícil? Pues no lo es tanto, sigue el enlace para ver cómo se hace. Ideal para una habitación juvenil ¡o para la tuya!