Las emocione son complejas para los adultos, imaginad para los pequeños. Lo cierto es que hasta los 3 años, los niños no identifican del todo bien las emociones más básicas como la ira, tristeza, miedo o alegría. Esto es debido a que su sistema cognitivo no madura hasta esas edades. Es más, desde que nace hasta aproximadamente los 2 años de edad, no tiene control sobre sus impulsos emocionales, así que tanto el enojo como la frustración surgen de forma repentina. ¿Significa eso que no podemos ir trabajando con ellos? No, significa que hasta esas edades, incluso a partir de los 3 años, es bueno darles recursos para que puedan entender de una forma gráfica lo que son las emociones. Hoy os traemos algunos de esos recursos. Algunas opciones que nos han parecido de lo más interesantes.

Un cartel para identificar emociones

Es, sin duda, la forma más sencilla. Lo visual entra antes en estas edades. El cartel de las emociones puede convertirse en un gran aliado para que nuestro peque pueda ir viendo los gestos que se forman en un rostro con diferentes sentimientos.

En este caso, se trata de una impresión que podremos hacer en casa para colocarla en cualquier estancia. Cada vez que queramos, podremos prestar atención al cuadro e incluso decirle a nuestros hijos que nos señalen cómo se sienten.

Cartel con caras de niños

En esta ocasión, el cartel cuenta con caras de niños y sentimientos. También es un imprimible, pero al ver las caras de niños como él, puede ser más identificable. Además, en esta tienda y con este pedido también nos llega la impresión de otro cartel en el que se dan pequeños trucos para poder lidiar con sentimientos como la ira, frustración o ansiedad.

Emociones climáticas

¿Y si las emociones pudieran parecerse al clima? Una tormenta puede ser un enfado y un trueno representar la ira. Con este conjunto de descarga digital tendrás una hoja de A4 con hasta 9 imágenes meteorológicas, cada una de las cuales incorporará una emoción concreta que enseña a los peques lo similares que pueden ser nuestras emociones con el propio tiempo.

Es interesante porque, al igual que el tiempo, las emociones de los niños pueden variar enormemente en un mismo día. Además, muchas veces son impredecibles.

Cada emoción también puede imprimirse por separado en una A4, de forma individual, para trabajar de forma concreta con cada una de ellas. Este conjunto se proporciona con y sin texto para que podamos imprimirlas como más nos guste.

Cómo se encuentra Julia

Julia es una pequeña muñeca de fieltro que puede enseñarnos mucho. Inspirada en el libro VACÍO de Ana Llenas, Julia se encuentra un día con un gran vacío tras una pérdida.

Esta muñeca de fieltro cuenta con un hueco debajo del vestido en el que podremos incluir los dibujos, recortes de revistas y todo lo que se nos ocurra para mostrar cómo nos sentimos.

El divertido monstruo de colores

Otro de los grandes éxitos de la literatura infantil en cuanto a la gestión de las emociones es El Monstruo de Colores. Además de ser un libro muy interesante para tener en nuestra biblioteca, podemos completar nuestra adquisición con estos Tarros de colores.

El peque podrá mostrar en cada momento cómo se siente gracias a estos tarros que deberá llenar con los sentimientos correspondientes. Es un divertido juego de combinación para los peques que, además de aprender los colore, comenzarán a identificar cada uno de los complejos sentimientos.