Un escritorio o zona de trabajo es esencial en cualquier habitación infantil. Sí, es cierto que los niños, cuando son pequeños, deben limitarse a jugar sin parar. Pero incluso el más revoltoso disfruta pintando y dibujando. Además, también puede ser un excelente lugar para iniciarlos en el apasionante habito de la lectura. Sea como sea, es bueno ir orientando el dormitorio a un espacio que posteriormente se adaptará a sus necesidades adolescentes (con sus estudios y demás). Hoy te acerco unas cuantas opciones que puedes tener en cuenta si estás pensando en crear un escritorio o zona de trabajo en la habitación de tu hijo.
Un escritorio adaptado a cualquier rincón
¿Problemas de espacio? Incluso la habitación más pequeña puede reservar un rincón para colocar un escritorio. Sólo hace falta fijarse en este ejemplo. Un armario empotrado que deja un hueco junto a la ventana (bien de luz natural). Unas cuantas baldas o tablones a medida, bien sujetos a la pared y los muebles, son más que suficiente para asentarse como escritorio.
Escritorio para dos
Optimizar el espacio, sobre todo cuando hay más de un peque encasa, es prioridad. Un escritorio doble podría suponer la solución a todos tus problemas ¿Complejidad? Ninguna. Una superficie más amplia y dos sillas. Ahora bien, asegúrate de que hay espacio para los dos, tanto para trabajar como para guardar todos sus cuadernos, pinturas y demás.
Mejor con pizarra
¿Cuánto te hubiera gustado tener una pizarra cuando eras niño? No prives de eso a tus hijos. Las pizarras son prácticas, pues se borran con un gesto rápido. Son estupendas para cualquier zona de estudio, y, como vemos en la imagen, se adaptan a cualquier espacio, también doble. Otra opción, si no quieres comprar una pizarra, es apostar por pinturas especiales. La pintura pizarra hará que toda la pared se convierta en un tapiz en blanco para poder dibujar, aprender a escribir y divertirse.
Aprovechar el espacio vertical
Para terminar, otra opción para aprovechar el espacio de esas que tanto nos gustan. Un escritorio puede ser pequeño, pero fíjate bien en la pared. Usar el espacio vertical, como en el ejemplo que te muestro, podría ser una gran ventaja. Coloca casilleros, baldas y demás elementos para que tus hijos tengan todo bien organizado.