Que a los niños les gusta trepar es algo que todos sabemos. No hay nada que emocione más a un pequeño que subirse a estructuras, colgarse y hacer que se nos ponga el corazón en un puño. Eso en la calle, pero en casa la cosa no cambia. Si bien es cierto que en la calle podemos buscar parques que estén más o menos adaptados, en casa tenemos que ser nosotros los que adaptemos los espacios. De esto va nuestro IKEA HACK de hoy. Os proponemos crear un rocódromo con los tableros SKADIS de IKEA. Una forma divertida de escalar que seguro que vuestros peques van a amar muchísimo y que a vosotros os darán cierta tranquilidad por ser una zona de escalada controlada.
¿Qué vamos a necesitar?
En este ejemplo de IKEA HACK, vemos que la parte del rocódromo se ha ubicado encima de la cama. No nos parece una mala idea, pues lo cierto es que una cama siempre será una superficie lo suficientemente mullida como para acoger las caídas de los peques. Sea como sea, lo que sí vamos a necesitar sí o sí son los tableros SKADIS de IKEA. Sí, son los tableros que se utilizan en las zonas de escritorio o en zonas de almacenaje como puede ser un vestidor. Al final, no deja de ser un panel agujereado que nos permite muchísimas más opciones si tenemos un poco de imaginación.
En el caso de que queramos una zona más amplia, también podríamos ubicar la zona de escalada en un rincón y colocar en el suelo o bien la alfombrilla PLUFSIG o bien el puf SLAKT, que bajo nuestro punto de vista es más grueso y, por tanto, más seguro ante caídas.
También vamos a necesitar tacos de pared de 4 mm de diámetro con un carga axial de 20 kg unos 80 kg total por tabla. Asimismo, para que los peques puedan escalar, será necesario comprar diferentes agarres y presas de escalada.
Colocación de este IKEA HACK
La colocación es muy sencilla. Únicamente tenemos que colocar el tablero perforado en la pared con el punto de fijación original del lado superior. Agregar dos soportes más en la parte inferior usando unos 4 tacos por tablero y añadiendo, posteriormente las presas y agarres.
Beneficios de la escalada en los niños
A partir de los 3 años, los niños ya pueden empezar a hacer sus pinitos en esto de la escalada. Con la práctica, se ha observado una gran mejora en capacidades físicas motrices, de equilibrio y coordinación. No es de extrañar, el niño se enfrenta a un proceso de aprendizaje continuo mientras está escalando, una actividad que otorga beneficios a nivel mental y psicológico.
Los movimientos con manos y pies requieren un grado alto de concentración, pero también de creatividad y habilidad. La concentración en clase será mayor si el niño practica este deporte, por ejemplo.
Asimismo, la escalada promueve en gran medida el autoconocimiento personal y ayuda al pequeño a identificar cuáles son sus límites, algo realmente importante.
El trabajo de escalada también reporta sentimientos positivos, se sienten orgullosos de sí mismos, experimentan la superación y satisfacción personal. Todo ello refuerza su autoestima y la confianza en sí mismos.
Asimismo, esta actividad hace que tengan la atención enfocada en la búsqueda de estrategias para poder alcanzar la siguiente presa. Esto hace que trabajen la atención focalizada y, al mismo tiempo, puedan tener un mayor control de las emociones.
Idea de: ikeahackers