Si os parece difícil decorar con acierto el cuarto infantil de los peques, imaginaos un espacio que van a compartir niños de varias edades y sus familiares. Un reto que aceptó la diseñadora francesa Matali Crasset, y que además cuenta con cierto espíritu solidario, ya que este proyecto ha sido llevado a cabo por una asociación sin ánimo de lucro para rescatar este viejo edificio en el distrito 19 de París, e incluso cuenta con una tienda de cooperación y desde luego muchas actividades.
Este espacio está en un solo piso, y se divide en tres áreas. Una para el juego de los peques, que es en la que nos centraremos, porque es muy inspiradora, otra para la relajación y el descanso de toda la familia y otra para los adolescentes, con un espacio más sencillo y muebles que se pueden retirar para hacer eventos o fiestas.
Este lugar se llama Espace Ludo, y está en un antiguo mercado rehabilitado, con vistas a la ciudad. En el centro encontramos un gran refugio de madera, una caseta que es como un gran árbol en el que los niños pueden jugar. La diseñadora ha querido crear un refugio con toques naturales en pleno entorno urbano. Así nos lo dice la madera y los tonos verdes.
Es un espacio en el que pueden jugar niños de muchas edades, y los más pequeños tienen un parque cerrado justo al lado. También vemos una mesa con sillas en forma de pequeños troncos. Es como si la familia decidiese hacer un día de picnic en plena ciudad.
En este espacio hallamos muchas zonas diferentes para que los peques se lo pasen en grande. Y lo más importante es que también es un lugar que ayuda a que los padres compartan esos juegos, las lecturas con sus peques y las tardes de juegos. Es un espacio intergeneracional que pretende ayudar a las familias, organizando actividades, talleres de arte y sesiones de juego. ¿No es una iniciativa genial?
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