Vía Ohdeedoh
Para el post de hoy nos hemos inspirado en un blog que nos encanta, «The boo and the boy», en el que podemos encontrar cientos de habitaciones infantiles seleccionadas de las revistas y webs más prestigiosas del mundo. Y su autora Julia, también mamá de 2 precioso niños, ha tenido la amabilidad de dejarnos compartir algunas de las maravillosas fotos de su blog. El tema de hoy es las zonas de estudio infantiles, esos rinconcitos que serán testigos de todos los progresos intelectuales de los niños, desde los garabatos y sus primeras letras, hasta la dura prueba de la selectividad… ¡cuantas horas pasarán sentados en su silla!
Vía Family Living
Para la selección de fotos nos hemos fijado unicamente en la parte estética, en lo bonito, armonioso,… pero este posts estaría incompleto si no matizásemos la importancia que tienen planificar adecuadamente la zona de estudio para prevenir problemas de espalda, de vista… y mejorar su rendimiento.Y en la web Padres y colegios hemos encontrado estos interesantes tips:
La silla. El niño estará sentado correctamente si apoya los pies en el suelo, o reposapiés o taburete, con las rodillas en ángulo recto con las caderas, y éstas con el tronco. Un buen reposapiés debe tener una superficie de apoyo antideslizante y una inclinación de 10º. Es importante apoyar la espalda firmemente contra el respaldo de la silla. Existen en el mercado cojines de refuerzo lumbar pero podrá servir cualquier cojín o una toalla enrollada para la parte inferior de la espalda.
La mesa. La mesa ha de estar a la altura del pecho del niño de forma que pueda apoyar los antebrazos encima de la mesa. La distancia ideal entre los ojos y el libro es de unos 30 cms., manteniéndose éste perpendicular a la visual. La utilización de un atril, o, en su defecto, una pila de libros para apoyar el libro de estudio, disminuye la fatiga y facilita el mantenimiento de la postura correcta. La mesa debe ser bastante amplia y su superficie mate, para evitar reflejos, y en colores claros, y así prevenir el cansancio ocular.
Cerca de la mesa debe tener una pequeña estantería; en ella debe reunir los libros, cuadernos, apuntes y diccionarios.
Temperatura y ventilación. La temperatura debe oscilar entre los 18 y los 22 grados. El estudiante no debe tener sensación de frío ni calor y el radiador nunca debe estar cerca de la mesa.
Los descansos se pueden utilizar para ventilar la habitación durante 5 minutos. El rendimiento del cerebro es muy sensible al nivel de oxígeno, por ello hay que procurar ir renovando regularmente el aire de la habitación. Es aconsejable el empleo de un humidificador si hay calefacción.
Iluminación. La iluminación siempre será preferiblemente natural, pero esto no siempre es posible y en las horas de estudio se necesita luz artificial. En este caso debe estar repartida de forma homogénea. Lo aconsejable es combinar la iluminación general con la iluminación de una lámpara de mesa de 60W a la izquierda para los diestros y a la derecha para los zurdos.
Factores ambientales
No está de más comenzar por buscar un espacio de la casa sin ruidos ni distracciones, es decir, sin tele ni ordenador con conexión a Internet. No deja de ser una constante tentación. Es cierto que para ciertos trabajos necesitan el ordenador, pero conviene que tengan clave y restricciones de acceso de modo que los padres sepan si hay conexión y cuánto tiempo han estado conectados. En cualquier caso no nos cansamos de decir que deben estar en zonas comunes de la casa. Si no se pueden evitar los ruidos se puede recurrir a una música tranquila, preferiblemente música clásica o New Age a bajo volumen para mitigar el ajetreo de la casa.
Fotos vía The Boo and The Boy