Siempre os hablamos de las pizarras en los dormitorios infantiles. De lo bonitas que son, de la vida que dan a estas estancias. No obstante ¿son todo ventajas? Bueno, lo cierto es que hay posturas enfrentadas. Unos aseguran que es uno de los mejores recursos decorativos para avivar la imaginación de nuestros hijos. Otros no lo tienen tan claro. Os acercamos las principales ventajas y desventajas a la hora de colocar una pizarra en el dormitorio infantil.

Ventajas de colocar una pizarra en el dormitorio infantil

La principal ventaja es, sin lugar a dudas, la fuente inagotable de diversión que supone tener un lugar en el que dibujar. Sí, los pequeños dibujan, siendo esta una excelente manera de desarrollar su imaginación. Muchos se conforman con las hojas de papel. No obstante, hay jóvenes pintores que prefieren otras superficies.  Cuanto más grandes mejor. No sería la primera vez que uno de nosotros se encuentra con un buen Picasso casero en el pasillo.

 

 

Pues bien, estas pizarras, ya sea en forma de pintura para toda una pared, en vinilos o en las típicas pizarras de escuela, se convertirán en la mejor de las superficies para pintar. Tus pequeños no tendrán problema a la hora de integrar nuevos diseños. Tan fácil como borrar al final del día todos los dibujos de la pared o pizarra y mañana vuelta a empezar.

Otra de las ventajas, indiscutible también, es el poder decorativo de estas pizarras. Sobre todo, cuando hablamos de paredes enteras. Se trata de una pintura económica, no mucha más cara que otras que se usan en interior. Por este módico precio, podrás cambiar la decoración del dormitorio de tu hijo todos los días. Por ejemplo, podrías colocarla junto al cabecero de la cama, o incluso en la pared donde descansa ese cabecero, y tener así un telón de fondo diferente todos los días.

Desventajas de colocar una pizarra en el dormitorio infantil

Bueno, desventajas, lo que se dice desventajas tampoco. Pero lo cierto es que hay algunas cosas a tener en cuenta antes de decantarnos por las pizarras infantiles.  Si tu hijo tiene algún problema de alergia tienes que descartarlas, o colocarlas en otro lugar que no sea el dormitorio ¿Por qué? Muy sencillo. Las tizas sueltan ese polvito que al final se va esparciendo por el aire. Se queda pegado en el borrador y es bastante molesto. Si el peque tiene algún problema de alergias o en sus vías respiratorias no es muy recomendable.

Una opción es limpiar la pizarra o la pared de pizarra con un paño mojado. Esto hace que el polvito desaparezca por completo y que no se esparza. Por otro lado, si tus hijos son muy pequeños, tampoco es buena idea. Recuerda que las tizas son pequeñas y “suculentas”. Hay edades en las que los peques se lo llevan absolutamente todo a la boca. Mejor alejarlas.

Otras opciones

Si no terminan de convencerte estas pizarras, hay otras opciones. Podrías usar desde rollos de papel colgados de la pared, de esos que una vez están totalmente dibujados pueden arrancarse para comenzar de cero. Además, también están las típicas pizarras blancas en las que se dibuja con rotuladores especiales.

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