Hoy os presentamos una nueva habitación infantil que se caracteriza por su sobriedad y sencillez.
Se trata de una estancia muy amplia y con dos puntos de entrada de luz natural. Para intensificarla se ha optado por el dominio del blanco tanto en paredes como en mobiliario y se ha querido dar vida y crear contraste pintando una pared en un tono gris oscuro y colgando una pizarra negra en otra pared.
En la pared gris oscuro destaca un original estante cuya forma es la de una serie de casitas de madera con fondos de diferentes colores que aportan color al espacio. Además, sobre la cama encontramos una valiosa pieza de diseño, como es la lámpara Flos de Bouroullec, que no solo ilumina sino que también decora, de manera que se convierte en un ornamento más de la habitación.
En la pared lateral, un banco blanco aporta sensación de continuidad ocupando todo el espacio de esta pared, desde la ventana, donde es más ancho y continuando empotrado al armario hasta el final de la pared. Una librería y unos coquetos cojines encima en la zona de la ventana le aportan protagonismo al rincón, que bien puede ser usado como un espacio de lectura o simplemente para relajarse un rato.
En la zona de la pizarra encontramos la popular guirnalda de luces personalizable de La Case de cousin Paul, en este caso en blanco y beige para sintonizar con el estilo del dormitorio y unos puffs de punto gigante, muy graciosos. Para rematar, hay una original lámpara con forma de casita.
Una vez más, encontramos una bonita habitación infantil donde los colores neutros como el blanco y el gris oscuro son los protagonistas, y donde las notas de color las ponen los pequeños elementos como el estante, los puffs o los libros infantiles.
Via Fawn and Forest + info