Cuando pensamos en una habitación de juego, podemos llegar a pensar en el caos más absoluto. Juguetes por todas partes, desorden y más desorden. Quizá el problema sea que no tenemos un planteamiento real de este espacio. Hoy os traigo unas imágenes que ilustran a la perfección lo que cualquier padre debería plantear como rincón de juegos, si es que tenemos espacio suficiente para crear una estancia así. Una estancia que hemos encontrado en Loveyourinterior y que nos va a ayudar mucho a dar prioridad a ciertos aspectos.
Ambientes despejados
Lo que más nos gusta de esta habitación es el ambiente despejado. Sí, está claro que a la hora de hacer una fotografía de un espacio infantil no vamos a permitir que esté todo por el suelo. No obstante, fijémonos bien en la configuración de la estancia. Nos encontramos con poco mobiliario, pero práctico. Un armario perfecto en el que poder colocar cestas de mimbre, que son sencillas de usar por los más pequeños.
Un revistero o zona de lectura, en el que los niños podrán colocar fácilmente todos sus libros. Sacarlos y meterlos no resultará en absoluto complicado. Además, también destaca ese pequeño escritorio lateral. Más que un escritorio, que también puede serlo, incorpora una serie de cajones con tiradores fáciles de usar. Una zona de almacenaje extra para poder guardar todos los juguetes más aparatosos. Además, la parte superior es estupenda para crear, por ejemplo, una buena zona de lectura.
La mesa del centro demuestra lo importante que es que los peques tengan una superficie firme para poder dibujar, centrarse en sus deberes o simplemente crear un bonito espacio para una reunión con sus pequeños amigos.
Los colores más equilibrados
En cuestión de colores tampoco nos parece una mala propuesta. La calidez de la madera es bienvenida, más teniendo en cuenta que el resto de tonalidades pueden pecar de frías. El azul, aunque sea pastel, el blanco y los tonos grises, son tonos que pueden resultar un poco fríos, sí, pero la madera logra que se conviertan en acogedores y cálidos.
Mención especial en el tratamiento del color a través de las paredes. El gris como nuevo blanco, neutro y que encaja bien con el resto, pero el papel pintado es una maravilla. Podría funcionar cualquier otro, pero el esquema sencillo de este papel hace que la simplicidad del espacio, que es evidente, aumente muchísimo más.
Facilidad hasta en el acceso
Estamos ante una habitación fácil y sencilla. Funcional, pero también elegante. Nuestros hijos pueden ser totalmente autónomos en ella, pero empezando por las puertas; y es que esto de colocar una puerta corredera en la entrada no me puede parecer más genial. Los niños se divierten con el sistema, diferente a las abatibles. Además, al ser de cristal, no sólo los aísla del resto de sonidos de la casa, nos permite verlos en cualquier momento y situación para tenerlos controlados, que una cosa es que tengan su espacio y otra muy diferente perderlos de vista.
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