El ambiente que os traemos hoy es uno de esos ambientes que se nos quedan grabados a fuego. Un ambiente encantador, sí, pero también lleno de diseño. Un dormitorio infantil capaz de hacer que nos replanteemos la decoración de la habitación de nuestros hijos; y es que, además de una paleta de colores de lo más agradable, cuenta con aspectos tan interesantes como el juego de volúmenes, el aprovechamiento de la luz natural o el uso de materiales que le dan un toque romántico pero chic. Os mostramos esta habitación y os hablamos de cuáles son, bajo nuestro punto de vista, sus grandes aciertos.
Una habitación con gran iluminación
Si bien es cierto que la paleta de colores que se emplea en esta habitación no es llamativa de por sí, lo cierto es que se usan estampados que pueden ser bastante llamativos. Estampados en cortinas, en el interior del mueble en el que se encastra la cama o en una de las paredes.
El rosa empolvado está presente en casi cada rincón, pero también materiales como el terciopelo o los textiles de pelo largo. Además, los diferentes volúmenes que se crean con la iluminación artificial hacen que sea prioritario tener una potente fuente de luz artificial.
De esta forma, lo primero a destacar es precisamente la ventana. Una ventana que se antoja más grande que las que podemos ver normalmente en una vivienda estándar. Una ventana muy grande que, además, aprovecha ese espacio para crear un bonito rincón de lectura.
El terciopelo hace su aparición ya aquí, pero también esos toques dorados tanto en mobiliario auxiliar como en las lámparas de esta zona. No es problema, nada abarrota la estancia; y es que la luz que entra del exterior hace que todo se vea mucho más amplio.
Juego de volúmenes y estampados
Una vez tenemos solventado el problema de la luz natural, el juego de volúmenes en las lámparas es casi imposible de esquivar visualmente. Nos encanta como se han situado esas lámparas con bolas de distintos tamaños, que le dan un toque moderno y sofisticado a esta habitación infantil.
Los volúmenes no se quedan únicamente aquí. Fijémonos en la cama. Una cama que se mete dentro de la pared, o por lo menos lo hace de una forma visual, gracias al armario empotrado. Las puertas de este armario, con extremos redondeados, apoyan la idea de los distintos volúmenes. Además, la cama también sigue este esquema.
Los estampados también juegan aquí un papel importante; y es que, mientras que la otra parte de la habitación infantil se ve más sobria en cuanto a colores, en esta se incluyen grandes murales con el rosa empolvado como color central, pero arropado de otros tonos como el verde.
Una zona para cada cosa
Lo que más nos gusta de esta estancia es que estamos ante un plano alargado. Las habitaciones infantiles alargadas normalmente se convierten en un reto para las familias. No obstante, en este caso se ha aprovechado estupendamente.
El ancho de la estancia permite dividir visualmente la pared en la que se aloja la cama, mientras que el resto, la pared que hay justo al otro lado, se aprovecha para todas las actividades diarias que no tengan que ver con el dormir.
Un bonito y amplio escritorio en madera cálida contrasta enormemente con el suelo de madera y el rosa empolvado del terciopelo y paredes. Además, también se incorpora una pared con diferentes cuerdas y anillas. Una pared de actividades lúdicas que da un giro inesperado a esta habitación que, a priori, podría resultar más clásica.
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