Habilidades como la paciencia son necesarias para conseguir otras como la concentración o estados de calma y tranquilidad. Por este motivo, fomentar la paciencia en nuestros hijos es realmente importante. Todas estas cualidades son imprescindibles para desarrollar un equilibrio emocional saludable. Sí, sabemos que la paciencia no suele ser el fuerte de los más peques de la casa, pero siempre se puede ayudar a mejorar. ¿Cómo? A través del juego, evidentemente. Con diferentes juegos, podremos ayudar a los niños a gestionar los tiempos de espera y mantener la calma. Enseñaremos que las prisas y la inmediatez no siempre son buenos y lograremos que el hábito se instale en ellos.
Los puzzles para enseñar paciencia
Un juego tan tradicional como los puzzles o rompecabezas puede ser ideal y muy efectivo para que los niños aprendan a ser más pacientes y estén mucho más tiempo concentrados.
Evidentemente tendemos que escoger puzzles apropiados para cada edad. No obstante, hay puzzles desde los 3 años aproximadamente. Un buen ejemplo sería este Puzzle de Animales. Un precioso puzzle de 5 animales grabados en madera de arce que será perfecto tanto para jugar como para decorar en la estantería. Apto a partir de los 3 años.
Otra opción, esta vez para niños de 5 años, sería la del Puzzle Wonderful The Winner. Se trata de un puzzle con piezas con un tamaño perfecto para que los niños de esta edad puedan manipularlas. Además, tienen un dibujo precioso de un zorro. Un juego que potenciará la concentración, observación, la lógica y sí, también la paciencia.
Usar animales como ejemplo
Los niños son muy curiosos. Las historias les encantan, pero también les encanta conocer cómo funciona la naturaleza, por ejemplo. Es posible que podamos tomar nota de ella para poder extender el mensaje de que la paciencia también forma parte de la vida de estos animales.
Por ejemplo, podemos hablar de las arañas y la paciencia que tienen a la hora de tejer sus telarañas. También es posible contar historias con hormigas, que tardan muchísimo en construir sus hormigueros y que recorren con muchísima paciencia los senderos para llevar palitos para poder construirla.
Jugar en familia al Jenga
El Jenga es un juego súper divertido que podemos usar todos en casa. Una tarde en familia que, además, permitirá que nuestros pequeños empiecen a concentrarse al máximo, a tener un pulso muy firme y a armarse bien de paciencia.
Dibujar y pintar
Sí, algo tan sencillo como dibujar o pintar puede ser ideal para enseñar paciencia a los peques. Desde que son capaces de coger un lápiz y dibujar, los peques son capaces de concentrarse de una forma diferente hasta el momento para poder realizar trazos.
Los niños desarrollan la paciencia, la concentración y, además, también entrenan la destreza manual comenzando incluso a apreciar conceptos tan complejos como la belleza.
Aunque podemos usar muchas cosas, tener una pizarra en casa podría ser una de las mejores maneras de fomentar que los niños puedan dibujar cada vez que quieran. Eso y que es mucho mejor que dibujen ahí que en el resto de las paredes, claro.
Juegos de mesa para respetar turnos
Si hay algo que nos ayuda a aprender la importancia de la paciencia son los juegos con turnos. Cuando son muy pequeños, esto ni nos lo planteamos, pero incluso a partir de 3 o 4 años es posible encontrar los primeros juegos con estas dinámicas. Podéis buscar en páginas como Etsy, que cuentan con juegos muy originales que podemos imprimir fácilmente con un papel de calidad, como por ejemplo este juego de tablero de pulpo.
Luego, evidentemente, también estarían los juegos de toda la vida, como por ejemplo el parchis. Aunque estos juegos ya necesitan que nuestros peques tengan cierta edad.
Juegos de Construcción
Si tu hijo es amante de las construcciones, tienes mucho ganado. Pocos juegos consiguen que nuestros pequeños estén tan concentrados como estos. Además, aunque no lo creas, construir puede también ayudar con esto de la paciencia. Piensa que ellos tienen que explorar qué tipo de peso puede aguantar la torre más alta. Quizá incluso se atrevan a hacer diferentes formas. Todo ello lleva un proceso mental realmente complejo en el que la paciencia también está presente.
Tenemos, además, opciones que pueden ser muy interesantes por jugar en parejas. Este juego de construcción doble tiene tarjetas de doble cara para que podamos recrear una figura en un tiempo record ganando a nuestro contrario.
El mundo de las manualidades
Por último, las manualidades pueden ser también beneficiosas. Para hacer manualidades, los niños necesitan un estado de tranquilidad y paciencia mayor. Si nuestro peque es nervioso, este tipo de actividades hará que gane un poco de estas habilidades. Tened en cuenta que una manualidad puede tardar horas o incluso días. El secreto está en que el niño lo haga a su ritmo, con toda su ilusión y viendo poco a poco el progreso.