Instagram, como siempre, nos sorprende. Decoración infantil en forma de habitaciones, por ejemplo, de esas que nos hacen soñar.. Hoy de la mano de @dagmarakoszyk, una mamá que muestra el dormitorio de su pequeña. Un lugar mágico que seguro te va a enamorar.

Camas para poder soñar

¿Cómo no destacar esta preciosa cama? El uso del dosel ya es de por sí un acierto. Un recurso que puedes quitar y poner a tu antojo. Incluso colocándolo en otra parte de la estancia para jugar en un momento dado.  Una cama baja, blanca (algo que facilita el uso de color en otros elementos de la estancia como los banderines o el papel pintado).  Una cama que, además, cuenta con la típica barandilla de protección. Un remanso de paz lleno de cojines en el que la pequeña puede leer, dormir o simplemente tumbarse mientras sueña con ser un hada mágica.

Un papel pintado que da dinamismo

Teniendo en cuenta que el color que se emplea en los muebles y en el suelo es neutro, no es de extrañar que en textiles se intente dar un poco más de vida. Además, hay que fijarse necesariamente en el papel pintado. Es cierto que la tonalidad no desentona, pues el dibujo es en blanco y gris. No obstante, los rombos dan un poco de vida a estas paredes. Lisas y en blanco habrían quedado demasiado desnudas.

Un lugar para trabajar

A este dormitorio infantil no le falta absolutamente de nada. En las imágenes puedes ver que hay mil zonas para poder jugar. No obstante, también reserva un pequeño espacio para este escritorio de estilo vintage. Un escritorio que cuenta con una superficie blanca, pero que añade patas de madera, que le aportan mucha más calidez. Sin duda, el lugar perfecto para que la pequeña pueda hacer sus deberes o simplemente dibujar libremente.

Decoración infantil en forma de tipi

En un ambiente Instagram no podía faltar uno de esos elementos que tan fuerte pegan hoy, el tipi. El tipi indio se ha convertido en un auténtico must de la decoración infantil. Lo bueno de estos elementos es que pueden arrinconarse, guardarse o simplemente dejarse montados en mitad de una estancia. No ocupan demasiado. Lo justo para convertirse en un espacio de juegos alucinante, en el que poder meter un montón de cojines de miles de colores.

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