Elegir el color del dormitorio de nuestro bebé es algo importante. Una paleta de colores adecuada, no sólo hará el espacio más confortable. Los colores, según la cromoterapia, pueden influir en nuestro propio organismo ¿No debería ser esto una razón de peso para elegir bien? Teniendo en cuenta esto, os hablaré un poco de los colores fríos. No dejéis que el adjetivo os haga retroceder. Los colores fríos, lejos de lo que podáis imaginar, son muy interesantes para la decoración en general. También en los dormitorios infantiles.

Efectos de los colores fríos según la cromoterapia

Los colores fríos están asociados a una sensación de tranquilidad, calma y serenidad. Recuerdan al mar, al cielo y a espacios, en general, muy relajantes. Según la cromoterapia, los colores fríos influyen directamente en nuestro sistema nervioso. Ayudan a relajar, a estimular la digestión, disminuir el ritmo cardiaco y a conciliar mejor el sueño. Al parecer, son tonalidades que tienen un efecto sedante en general.

Cómo son las habitaciones infantiles con colores fríos

Son habitaciones relajadas y tranquilas, pero, además, muy elegantes. Ten en cuenta que los colores fríos se encuentran en el círculo cromático entre el azul y el verde. Hay cientos de tonalidades diferentes, y todas ellas pueden crear una estancia infantil de lo más elegante y serena.

Habitaciones en azul

Para hacernos una idea, hay más de 100 tonalidades de azules. Para gustos colores, nunca mejor dicho. Se trata de un color bastante atemporal que puede usarse en la habitación infantil para aportar tranquilidad y relax. No, no es un color exclusivo para niños.

Se asocia con lo eterno, con el mar y el cielo. Pero, además, es un color relacionado con la fantasía ¿No recordáis eso de los príncipes azules? Que mejor paleta de colores que la azul para llenar de magia y fantasía una habitación infantil.

Habitaciones infantiles en verde

Del verde también encontramos más de 100 tonalidades diferentes. Se asocia a la naturaleza, a la vida y a la esperanza. No os quedéis únicamente con un verde flúor, hay un sinfín de opciones, mucho más frías y elegantes.

El verde se asocia a la buena suerte y a la felicidad, quizá esto termine por convencernos. Una habitación feliz es lo que nuestro hijo necesita para crecer.

El gris dentro de los colores fríos

El patito feo para muchos. Hay quienes odian el gris por recordarles a los días más oscuros, aquellos en los que la lluvia no cesa. La falta de color incomoda en ocasiones, pero en la decoración no. Una habitación con tonalidades grises es, sin lugar a dudas, una habitación elegante y sofisticada. Además, puedes contrarrestar la falta de luz con blancos o incorporar detalles de color con pequeñas piezas.

¿Es el blanco un color frío?

Técnicamente no. El blanco no está definido como un color, más bien es la ausencia de color lo que lo genera. Aun así, el blanco se asocia irremediablemente al frío ¿por qué? Muy sencillo, por su semejanza a la nieve. Los paisajes más fríos son los paisajes blancos, de eso no hay duda.

Como es una tonalidad que aporta mucha luz, es perfecta para mezclarla con colores como el azul, el verde, violeta o gris.  Un complemento perfecto para esas habitaciones infantiles con colores fríos, que, como hemos visto, no son para nada lugares tristes.

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