El morado es un color que puede ser ideal para un dormitorio infantil. Un color relajante y dinámico que bien combinado podría dar un resultado tan maravilloso como el de esta habitación. Te hablamos un poco de este proyecto de room to bloom.

Elección del papel

Según nos cuentan, lo primero que se escogió en esta habitación y marcó la dinámica de la decoración fue el papel pintado. Al parecer, la niña de este dormitorio se enamoró de este patrón decorativo a base de flores moradas y tallos verdes. Un papel con gran personalidad que sirvió para dar calidez a la zona en la que se ubicaba la cama.

El papel marcaría, a partir de ese momento, la paleta de color del dormitorio, en la que el morado tendría un papel protagonista junto con el blanco roto.

Una cama casa

Este papel con estilo romántico podría haber quedado estupendo con una cama de forja, que están muy de moda. No obstante, se escoge una cama tipo casa. El motivo es que las camas casa crean un dormitorio dentro del propio dormitorio. En las habitaciones grandes puede ser una excelente opción para delimitar la zona de descanso, creando así un rincón mucho más acogedor para conciliar el sueño. Nos encanta, además, la decoración sobre esta estructura, a base de guirnaldas con luz cálida y pompones de papel, así como esa librería de pared en la que pueden guardarse desde libros hasta objetos decorativos.

Textiles que acompañan a la luz

Este dormitorio cuenta con una potente luz natural, aún así, se usa muchísimo el blanco así como los textiles claros para intentar distribuir toda esta luz por toda la estancia. Cortinas en gris claro, paredes en blanco roto y un suelo de madera clara. Además, una gran alfombra redonda en tejido natural con un color también claro hacen que la sensación de amplitud sea mayor.

El morado del escritorio

Como comentábamos, el morado será un color importante una vez se introduce en el papel. Aunque el resto de paredes se dejan en un color claro, la zona de estudio se pinta con este morado. Creando así un foco decorativo de gran intensidad. Un espacio que destaca por encima del resto y que cuenta con una zona de estudio sencilla.

Se opta por pintar la pared a dos tonalidades para no sobrecargar, dejando una balda en la línea divisoria que sirve para colocar diferentes piezas decorativas. Además, la mesa es sencilla, a base de madera y líneas rectas. Un lugar que invita al recogimiento y el estudio.

El armario en crudo

Para terminar, nos vamos a la zona de vestidor. El armario podría ser un punto discordante en este equilibrio de colores. No obstante, han optado por colocar una pieza de gran peso visual pero con un color claro. Un bonito armario que no hace más que combinar a la perfección con el resto de elementos, dejando el papel protagonista del color a la ropa que se distribuye en esa pequeña barra en uno de sus laterales.

 

Imágenes vía: room-to-bloom