Nos encanta acercaros proyectos de escuelas de todo el mundo. Proyectos que nos hacen ver que la educación puede estar rodeada de espacios que se preocupan por el medio ambiente y por la propia integración de los niños en el mundo académico. Hoy nos dirigimos a Vietnam, un lugar en el que los arquitectos se han esforzado muchísimo por recuperar la biofilia. Teniendo en cuenta que las ciudades principales de Vietnam han perdido su belleza tropical, no nos parece mala idea. En concreto destacamos el trabajo de Vo Trong Nghia, un arquitecto que empleó la táctica de llevar pequeñas parcelas de vegetación a las ciudades que estaban dominadas por completo por el acero y el vidrio. El resultado, proyectos tan interesantes como esta escuela construida por el estudio LAVA.

EcoKid Kindergarten

Nos dirigimos a Vinh, cerca de Hanoi. Aquí, el estudio LAVA tenía un objetivo claro, asegurarse de que las generaciones futuras recibieran su dosis diaria de naturaleza al mismo tiempo que aprendían. Un proyecto precioso, ambicioso y complicado. Se perfiló así la idea de EcoKid Kindergarten, una escuela infantil que se diseñó junto a la empresa local de diseño Módulo K. Un edificio que en realidad eran tres semicirculares de tres niveles. Una preciosa estructura que estaba conectada entre sus diferentes partes con puentes para forjar así una transición interior exterior.

Un interesante proyecto educativo

Lo que más nos ha llamado la atención de este proyecto es que es en sí un proyecto educativo que intenta influir en el ambiente de aprendizaje. Las aulas no cuentan con maestros al frente. En lugar de una estancia fría con un maestro al frente y niños en fila escuchando, se crearon ambientes de aprendizaje donde se alienta al descubrimiento, la curiosidad, la interacción con la naturaleza y el aprendizaje siempre basado en la actividad para que la inteligencia y el desarrollo integral de los niños pueda promoverse con naturalidad.

Teniendo claro el fin, el camino había que marcarlo muy bien. Así, los arquitectos se empeñaron en usar un lenguaje de diseño que se basaba en la propia naturaleza. Es posible apreciar las formas orgánicas en todo el edificio, que se caracterizan en gran medida con la curvatura de los edificios maximizando así las vistas al precioso lago adyacente y los jardines que hay en cada uno de los niveles. Además, se usaron materiales constructivos naturales como la madera.

Espacios al aire libre

No podemos olvidarnos donde estamos, y por este motivo, no nos sorprenderá que, para completar el concepto biofílico, los espacios al aire libre se basaran en los cinco elementos del Feng Shui. Así, podremos encontrar madera, fuego, tierra, metal y agua.

La madera corre a cargo de las plantas y los árboles, además de brindar los beneficios propios de la vegetación. Una cocina representa el fuego, los depósitos de arena y los montículos son la tierra y el equipo del patio está hecho en metal. El agua, el quinto elemento, está

Las plantas y los árboles cumplen con el factor de la madera al tiempo que brindan los beneficios adicionales de la vegetación, una cocina representa el fuego, los depósitos de arena y los montículos son la tierra y el equipo del patio está hecho de metal.

Una preciosa iniciativa que sin duda hace que los peques estén más conectados con la naturaleza. Unos interiores modernos que nada tienen que ver con las escuelas infantiles plagadas de colores y personajes de dibujos animados. Una opción mucho más innovadora en la que el diseño también cuenta.

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