El paso de un dormitorio de bebé a una habitación infantil es un trabajo que tenemos que hacer cuando nuestro hijo empieza a crecer. No, las habitaciones para bebés no son los lugares más estimulantes para un niño. Así, a medida que van creciendo, será mejor pensar y organizar el espacio para que puedan jugar, leer y descansar. Un lugar que esté hecho a su medida y que sea, ante todo, seguro. Esta habitación que os traemos hoy de la mano de oh.eight.oh.nine es un excelente ejemplo.

Una transición paso a paso

Cuando quitamos la cuna de nuestro hijo, es momento de apostar por una cama. Podemos comprar cunas evolutivas, que ya hemos hablado alguna vez de ellas y son bastante interesantes. Tienen una medida un poco más pequeña que las camas de 1,90, así que serán mucho más manejables para ellos y el cambio no será tan brusco.

También hay camas más pequeñas, como en el caso de este ambiente. Camas que garantizan una transición suave y que, además, incluyen piezas que las hacen seguras, como las barras frontales que evitan las caídas nocturnas.

En esta habitación, además, ya contaban con un armario empotrado, por lo que no hizo falta apostar por armarios pequeños. No obstante, sería interesante añadir algún tipo de perchas tipo burro, pero a su medida, para que ellos mismos puedan escoger la ropa todos los días. Buscamos autonomía a la hora de dormir, pero también a la hora de vestirse.

Un espacio para jugar

Una de las partes que más nos gustan de esta habitación es la alfombra central. Se ha escogido una alfombra de piel de oveja islandesa que da muchísima elegancia al ambiente. Hay que reconocer que, además de crear un lugar perfecto para jugar y leer, es capaz de dar un aire muy acogedor.

¿Por qué se usa este material? Porque cuando los niños son pequeños, es mejor optar por lana o fibras naturales en general. Así, además de ser bonita, se trata de una alfombra segura para ellos.

Blanco y madera

Nos encanta la paleta de color escogida. Si nos fijamos, se trata de una habitación con una base completamente neutra. Es neutro el blanco de las paredes, incluso en la pared en la que se cubre de papel pintado. Son neutros los estores, parte de los muebles en blanco, la alfombra e incluso el suelo, con un tono gris uniforme.

Todo este espacio blanco, encuentra calidez en los detalles en madera. A través de la cama o de la estantería, pero también en los juguetes y estantería; y es que la madera y el blanco sigue siendo una combinación que nos gusta, y mucho.

Los colores que se emplean para dar un poco de vida a este espacio están en sintonía. Colores azules de diferente intensidad, tanto en el puff del suelo como en los cojines y la colcha de la cama. También en la silla a los pies de la cama.

Detalles a su alcance

En cuanto a los detalles que hacen de esta habitación un lugar para que el peque empiece su autonomía, podemos destacar la librería a su alcance. La parte superior está encargada de guardar juguetes y piezas decorativas, mientras que la parte inferior se usa para colocar diferentes libros.

Otro rincón que los niños pueden usar es la parte en la que se guardan sus juguetes. Nos encanta este ejemplo porque nos hace ver que una cesta o cesto puede ser decorativo y, al mismo tiempo, bastante fácil de usar por parte de los niños de la casa. Ellos mismos sacarán y meterán sus juguetes en todo momento.

Sin duda un excelente ejemplo decorativo para una habitación que no tiene demasiados muebles y que, de esta forma, deja más espacio para que los niños puedan disfrutar de ser niños. Para que puedan jugar y disfrutar de sus momentos de ocio sin necesidad de ir apartando muebles o relegándolo a un espacio pequeño; y es que actualmente, las habitaciones infantiles también deben ser habitaciones de juego que puedan estimular a nuestros pequeños desde una edad temprana.

Imágenes y ambiente de oh.eight.oh.nine