Hoy queremos traeros un precioso proyecto que nos ha enamorado por completo. Se trata de un ejemplo muy interesante de qué podemos hacer con las habitaciones infantiles grandes; y es que hay veces que la suerte nos sonríe y podemos contar con un espacio amplio en lugar de habitaciones pequeñas. Por otro lado, si tenemos una habitación de juegos y un dormitorio y no están unidos, este ejemplo también podría mostrarnos cómo aprovechar las dos estancias en una para ganar amplitud sin perder privacidad a la hora de dormir.

Una cama oculta

No es la primera vez que os hemos traído este concepto de camas ocultas, pero lo cierto es que en esta ocasión nos ha llamado mucho más la atención, quizá por el excelente trabajo de transición. Es posible que por la gran diferenciación a través de recursos como el papel pintado. Sea como sea, nos encontramos con una de esas camas metidas en un hueco. Normalmente se puede hacer en aquellas habitaciones que contaban con armarios empotrados antiguos. Una manera de aprovechar ese espacio metiendo la cama dentro.

El papel pintado rompe radicalmente con las paredes exteriores, que se han pintado con un tono gris verdoso muy clarito. Además, por si no fuera suficiente, se añaden unas cortinas que son capaces de cerrar el espacio al antojo del pequeño.

Un lugar oculto por la noche, pero que también puede convertirse en un escenario perfecto para las representaciones infantiles. Todo son ventajas en esta habitación siendo este sólo el principio.

Un amplio espacio

Al juntar la zona de juego con la zona de descanso, siempre con esa barrera visual y física de la cortina y la cama empotrada, tenemos un área muchísimo más grande. Un área para descansar, pero también un área para jugar en la que tiene cabida absolutamente todo.

Podemos ver una mesa para jugar, en la que los peques pueden hacer rompecabezas, construcciones o dibujar. Tenemos también una gran estantería en la que podremos almacenar absolutamente todos los juguetes. En este punto, nos gusta mucho que la estantería tenga ese aire industrial, abierta y accesible. Contrasta muchísimo con la sobriedad del resto de elementos de la estancia.

Un escritorio de trabajo

Esta estantería de la que hablábamos, cuenta además con una superficie más estable para poder trabajar. Un paso más allá de la mesa de juego. Un lugar en el que los niños, a medida que crecen, pueden empezar a usar para estudiar y hacer las tareas. Además, bien ubicada, lejos de la ventana, para que los niños no tengan distracciones y puedan estar más concentrados.

Equilibrio en los colores

Nos queda por señalar el perfecto equilibrio de los colores. Si bien es cierto que la parte de la cama se permite muchas licencias en cuanto a estampado y color, el resto de la estancia es monocromática. Además, el suelo en madera le da muchísima calidez, algo que aumenta considerablemente por la potencia de la luz que entra por las ventanas, alejadas, eso sí, de la zona de dormir y estudiar.

 

Imágenes vía:historiskahem