(via Flat White | architekt: Hana Štěpková a Michal Narovec, fotografie: Ondřej Rytíř)

A veces, las habitaciones tienen más ventajas de las que podemos imaginar.

Ya sean grandes o pequeñas, nunca estamos conformes con el espacio de un dormitorio, y más si el inquilino/a va a ser un niño.

O nos parece demasiado amplia para una personita tan pequeña o la llenamos tanto de cosas que, al final, nos quedamos sin espacio donde poder pisar.

¡No todo es tan fatídico como pensamos! Siempre es bueno conocer algunos consejos para sacar partido a la habitación de los más pequeños de la casa y así poder adaptar los metros de los que disponemos a las necesidades de los niños.

Y es que una habitación ambientada y distribuida de forma correcta afecta de manera directa el comportamiento y el desarrollo cognitivo de los niños, esto está comprobado científicamente.

A continuación, se muestran cuatro consejos que servirán de mucha ayuda para aprovechar al máximo los espacios de los pequeños del hogar:

Distribución del mobiliario

Lo primero que tenemos que tener en cuenta es cómo vamos a establecer el orden de los muebles. Las camas, al ser el elemento imprescindible en un dormitorio, debe ser lo primero a lo que debemos prestar atención.
Los dormitorios infantiles pueden encogerse a medida que pasan los años y los niños crecen, por eso lo mejor es racionalizar el espacio desde el principio. Lo ideal es apostar por muebles compactos, camas nido o literas tipo tren, pues además cuentan con una zona de almacenaje perfecta para guardar juguetes, ropa o accesorios para el colegio.


Multifuncional

Seguimos con la vista puesta en los muebles que rodean un dormitorio infantil.
Lo mejor para decorar este tipo de espacios son los muebles hechos a medida, como son estanterías, baúles, armarios o escritorios. Además, si le añadimos la función multifuncional, valga la redundancia, obtendremos una habitación bien aprovechada.
Por ello, podemos optar por armarios empotrados o estanterías de pared que reducen su espacio ganando más en el resto del habitáculo.

Paredes

En el tercer punto nos vamos a centrar en el sentido que tienen los colores para los niños. Al ir creciendo y desarrollándose, los pequeños de hogar suelen tener la vista más activa que los adultos y absorben todo lo que ven.
Por ello, además de pintar las paredes con colores que aporten serenidad y calma para su crecimiento, también debemos tener en cuenta la decoración de paredes en cuanto a cuadros y láminas se refiere. Lo mejor es apostar por elementos que no sobresalgan mucho para que no ocupen más espacio de la cuenta, pero que sean de ayuda para la retención cognitiva de los pequeños como frases, abecedarios, animales, etc.

(Vía theglitterguide.com)

Iluminación

Nuestro último consejo para sacar partido a una habitación de niños es prestar especial atención a la iluminación del espacio. Tanto las ventanas que dan al exterior como la iluminación artificial de lámparas debe ser la adecuada para los pequeños.
Las ventanas y los elementos que la componen deben dejar entrar la luz para que la habitación parezca más amplia y la sensación sea más agradable y las actividades que se desarrollen dentro se hagan cómodamente.
Por otro lado, si necesitamos usar las lámparas, debemos apoyarnos en unas que no tengan una luz excesiva ni de color muy estridente que reduzca visualmente el espacio y fatigue a los niños.

Estos son algunos de los tips básicos que se pueden realizar en una habitación infantil, pero existen muchos más para sacarle el máximo partido a un espacio reducido, pero con mucho potencial. ¿Conocéis otros diferentes?