Pintar, empapelar, comprar muebles… cuando estamos esperando a nuestro bebé, parece que las prisas corren y la cuenta corriente baja. Hoy queremos recordarte que no siempre es necesario gastar mucho dinero en amueblar habitaciones de bebé, además de encontrar bastantes ofertas que podemos aprovechar, hay que saber qué es necesario y qué no es tan necesario. Recordad que al final de lo que se trata es que estéis cómodos, vosotros y ellos. Hay muchos productos que para algunas personas pueden ser imprescindibles, pero para otros no y siempre es mejor empezar con lo justo para ir añadiendo lo que la necesidad del momento nos dicte.
No llenes la habitación del bebé de piezas sin sentido
Si no tenemos demasiado dinero, directamente ahorraremos en mobiliario. Si no queremos gastarnos demasiado también. Sea como sea, lo importante no es llenar la habitación de cosas. Lo importante es centrarnos en los muebles básicos y gastar lo justo en ese mobiliario; y es que no podemos olvidarnos de que los niños crecen muy rápido. Esa cuna que ahora te parece imprescindible, en 3 años ya no vas a utilizarla, quizá antes. Por este motivo, el consejo es que priorices seguridad a precio, además de evitar gasto en muebles que después se van a quedar pequeños, como por ejemplo un armario a su medida.
Muebles imprescindibles
¿Y qué muebles podemos establecer como imprescindibles? Sencillo. Por un lado tenemos la cuna. Mientras algunos optan por cunas convertibles, otros aseguran que estas quedan demasiado pronto pequeñas y que es un gasto doble. Nuestro consejo es que miréis cunas que se usen en la primera etapa. Hay modelos realmente económicos y luego, en cuanto menos esperéis, van a necesitar ya una cama.
Sea como sea, la cuna es imprescindible, como también lo será, si decides no hacer colecho, la butaca. Este elemento es importante porque los bebés, cuando nacen, pasan muchos meses con tomas nocturnas. Es mucho mejor estar sentado cómodamente, sin encender luces, ni salir fuera del dormitorio, para no interrumpir las horas de sueño del bebé y que no se desvele.
Además, también está el cambiador-cómoda. ¿Es prescindible? Puede serlo si tenemos una superficie cerca que podamos usar, pero la comodidad aquí habla. Vamos a cambiar muchos pañales en la etapa más temprana de nuestro hijo. Es un mueble que puede ser grande, pero definitivamente nos parece de los más imprescindibles para un dormitorio infantil.
Cuidado con los colores
Si escoges piezas un poco más grandes, como un cambiador que posteriormente puede convertirse en cómoda o estantería o una cuna que luego se hace cama, intenta que los colores no sean muy intensos.
A medida que nuestro hijo crece, sus gustos cambian. Si bien es cierto que de bebé vamos a escoger nosotros su decoración, luego serán ellos los que configuren su espacio. Muebles neutros permiten muchísimas más combinaciones con textiles, juguetes y complementos.
Cuidar siempre la seguridad
Si hay en algo en lo que no debes escatimar es, sin duda alguna, en la seguridad. No sólo nos referimos a muebles seguros, como la cuna. También hablamos de elementos que protejan el espacio, como los cubreradiadores, protectores para los enchufes, ventanas con cerraduras o alfombras con sistemas antideslizantes que harán que el juego del pequeño sea muchísimo más seguro.