¿Estás pensando en pintar la habitación de tu hijo? Hoy te mostramos cuáles son los colores favoritos para la habitación infantil en este 2021. Tendencias que vienen de la mano de colores neutros y algunos clásicos como los tonos empolvados.

El blanco como rey absoluto

No podemos negarlo, el blanco sigue siendo el rey en esto de la decoración, también en los dormitorios infantiles. Es, bajo nuestro punto de vista, uno de los mejores colores para estas estancias. Los motivos son varios. Para empezar, el blanco trae luz a las estancias. Por pequeña que sea la ventana de la habitación de nuestro hijo, si se trata de un lugar poco iluminado de forma natural, el blanco hará que esta luz se esparza mejor y dará mayor sensación de amplitud.

Además, el color blanco se va a adaptar a todas las fases de tu hijo. No importa si está en esa etapa en la que quiere decorar las paredes con coches, con dinosaurios o con láminas de sus grupos adolescentes favoritos. El blanco siempre será un tapiz perfecto para incluir todos estos detalles con el paso del tiempo.

La pintura blanca es, además, más barata, algo que nos gusta. Además, combina con cualquier tipo de mueble que queramos incluir. Nuevamente, si pasamos de una habitación infantil a una adolescente seguirá siendo un color que no pasará de moda.

El verde de moda

El verde de moda es un verde grisáceo. Un verde neutro que es muy interesante en las habitaciones con más luz. Un verde que da pie a una decoración en blanco o en madera; y es que este tono hace resaltar muchísimo estos muebles.

El Beige que nunca falla

El beige es un color todoterreno para cualquier habitación. También para los dormitorios infantiles. Es una tonalidad unisex y neutra que se puede combinar con cualquier estilo decorativo. Además, es completamente atemporal y sigue aportando luz, como lo hace el blanco. No nos olvidemos que, por si fuera poco, es una tonalidad que puede conjuntarse con un textil colorido sin problemas.

Dormitorios amarillos

El amarillo también está de moda. Sí, se usa como un color unisex que además da muchísima vitalidad a estas estancias. Ojo, pues si escogemos un amarillo muy potente, es mejor reservarlo a una de las paredes, sin cargar demasiado el conjunto. Si tu hijo es muy nervioso, mejor usarlo con menos intensidad, apostando por un amarillo suave con cierto aire pastel.

Rosa empolvado

El rosa sigue siendo un clásico de moda. Ahora bien, quedan atrás los rosas chicles y subidos de tono. Ahora, durante los últimos años, hay una tendencia clara a los rosas pastel. Estos colores no sólo dan delicadeza a la estancia, también combinan mejor con todo tipo de muebles. Además, son muy apropiados cuando queremos incluir dentro de los dormitorios materiales y fibras naturales tanto en textiles como en muebles.

Del azul al aguamarina

El azul es, como el rosa, otro de esos colores que jamás pasarán de moda. No obstante, actualmente se siente mayor predilección por los azules que van camino del verde. El aguamarina, por ejemplo, es un color muy usado tanto en dormitorios de niñas como dormitorios de niños. Una intensidad suave hará que el peque tenga luminosidad y que, al mismo tiempo, esté más relajado. Se puede combinar, además, con muebles en blanco dando un resultado precioso.

El color negro

Son muchos los que aún se resisten a incluir un color negro en los dormitorios infantiles, pero aquí, en Decopeques, os hemos demostrado que este color puede quedar francamente bien en estos ambientes.

Es ideal en las habitaciones cuando tienen mucha luz natural. Además, es estupendo en esas estancias en las que queremos incluir decoración de estilo nórdico. Contrarresta con blanco en el techo y en algunas paredes, así como un mobiliario también blanco. En cuanto a los textiles, apuesta por las fibras naturales y los colores neutros.

Todos los colores que quieras

Otra opción que jamás debemos descartar es la del papel pintado. Si bien es cierto que es posible encontrar papeles pintados infantiles monocromáticos, aquí lo divertido es incluir el color en grandes dosis. Para ello, reserva siempre una sola pared. De esta forma no recargarás la estancia demasiado y podrás escoger un papel pintado llamativo sin tener miedo alguno.

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