De vez en cuando nos encontramos con habitaciones infantiles que vale la pena desgranar poco a poco, fijándose en cada pequeño detalle. En este cuarto de Room to Bloom no queremos destacar ni el estilo ni sus mobiliario, sino algo que parece secundario pero no lo es, porque muchas veces marca la diferencia. Nos referimos a los accesorios decorativos. Esos que pueden suponer la diferencia entre un cuarto aburrido y uno lleno de encanto, como este de la pequeña Heidi, en donde los complementos lo llenan todo de una fantasía sin igual.
En conjunto podemos ver un cuarto con unos toques muy naturales, con tonos blancos y básicos, con piezas de madera y mimbre, siguiendo las tendencias actuales. Pero los pequeños detalles que le añaden a este cuarto hacen de él un lugar muy especial para Heidi. Esa casa de muñecas es pura magia, una pieza para jugar durante horas, pero que decora el espacio como ninguna. En madera también encontramos el nombre de la pequeña, con un pequeño toque personalizado, justo al lado del cuadro de una mamá cisne.
En la cama vemos unos textiles sencillos, con las mismas pinceladas de gris que hay por el cuarto. La estantería nos rechifla, con muchos espacios asimétricos para poner sus cosas favoritas. Encontramos estrellas, conejos, una vajilla y una varita mágica. Desde luego es un lugar en donde la imaginación y la fantasía están presentes. No faltan las pequeñas guirnaldas de bolas de madera o las de estrellas doradas, para darle un toque soñador a todo.
Las estrellas y los conejos están por todo el cuarto, acompañando a la pequeña Heidi. Estrellas en forma de cojín, de guirnalda o de vinilos en las paredes, y figuritas de conejos que vigilan su cuarto. Los toques vintage también forman parte de este bonito espacio infantil, con textiles con flores estampadas y esas bonitas maletas que sirven para guardar esos secretos mágicos.