Hoy en día, tanto en el mundo de la decoración en general como en el de los cuartos infantiles en concreto, encontramos infinidad de estilos y tendencias populares que cada vez son más utilizadas. Sin embargo, si crees que no solo una de ellas te define, sino que quieres adaptar diferentes características a tu espacio, entonces el estilo ecléctico es la tendencia ideal para ti.
El estilo ecléctico es aquel que mezcla diferentes tipos de decoración, procedentes de orígenes distintos (cualquiera de los cinco continentes) o incluso épocas. En definitiva, es el poutpurrí perfecto.
Cuartos infantiles Vintage
¿Eres más de decoración vintage? En el primer dormitorio infantil, se utiliza un recurso tan romántico como el dosel, que en tono dorado adquiere un toque vintage, rematado por una estrella y una guirnada de luces vertical. La figura de la estrella en una especie de cuadro en relieve colgado de la pared.
Papeles pintados infantiles con motivos de flores
El gran protagonista de esta habitación es el papel de pared estampado. Gracias a sus motivos florales, contrasta con el moderno azul de la cama y el rojo de la balda., muy coqueto para el dormitorio de los niños.
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Un divertido mural de pared con animales dibujados que evocan la sabana africana realiza la función de cabecero en este tercer espacio, y destaca poderosamente junto a la colcha de la cama, que es de estilo liberty.
En la cuarta imagen encontramos de nuevo un papel de pared con estampado floral aunque bastante liviano, lo cual nos permite un abanico más amplio a la hora de contrastar con otros estilos. Por ejemplo, con el pupitre retro o con los muebles de madera lacados en colores vivos.
Un papel pintado en tonos tierra es el gran protagonista de este espacio, combinado a la perfección con el suelo de madera y el armario verde menta. Un sinfín de piezas decorativas, como pequeños jarrones de colores, la bola del mundo o simplemente los juguetes de los niños completan el dormitorio.
Blanco con pinceladas de color
En la séptima imagen, encontramos un dormitorio en blanco con suelo en madera oscura en el que los pequeños elementos aportan carácter y color. Decoran la pared una composición de marcos y láminas sobre la cama, y encontramos un objeto muy curioso sobre la mesilla de noche: una coqueta jaula vintage. Por último, como pieza protagonista, una lámpara de pie decorada con unas pequeñas guirnaldas de papel, y en la que destaca la pantalla que no tiene papel.
En este dormitorio, el metal de la cama de forja contrarresta con la colcha floral. En la pared, el tapiz de una cebra con una bandera en la boca le da el toque infantil.
En la última habitación, la madera es el elemento destacado, revistiendo paredes y suelo, y combina a la perfección con la lámpara de techo, elaborada con fibras naturales. Un pupitre escolar, una maleta antigua, un farolillo y el hecho de que todas las sillas sean distintas contribuyen al eclecticismo de este lugar, así como las dos alfombras, totalmente diferentes, que visten el suelo.