Cuando hablamos de escandinavo moderno, hablamos de un estilo nórdico mucho más enfocado a la funcionalidad, si es que esto es posible. Un estilo nórdico como el que podemos ver en los catálogo de Ikea, en los que la racionalidad y la funcionalidad están presentes en todo momento. Hablamos de ambientes ordenadores y funcionales. Habitaciones que pueden pecar de sobrias, pero que no tienen inconveniente en introducir notas de color irreverentes. Eso sí, siempre con el protagonismo de la madera y un mobiliario en el que predominen las formas sencillas, volúmenes sólidos y colores tenues. Hoy nos centramos en habitaciones con este estilo escandinavo moderno. Diferentes opciones que vienen de la mano de una misma persona, el arquitecto Emil Dervish. Espacios que pueden convertirse en toda una fuente de inspiración para los que buscan habitaciones infantiles diferentes, que puedan crecer con nuestros hijos sin problema. Diseños atemporales que podrían ir modificándose a medida que nuestros peques se hacen mayores, pero sin cambiar demasiado el mobiliario.
Dormitorio con verde y madera
Esta primera opción nos encanta. Un dormitorio sobrio pero elegante. Una habitación infantil que, a pesar de la sencillez de la línea de sus muebles, nos muestra espacios de lo más divertidos para los peques. Muestra de ello es esa preciosa cama. Una cama que aprovecha la parte inferior para colocar el colchón pero que crea un espacio superior, a modo de púlpito, para que los niños puedan jugar en un rincón secreto, como a ellos les gusta.
Armarios a techo, siguiendo la misma dinámica de muebles lisos y sin ornamentación. En este caso, la madera es la protagonista, en un color natural que contrasta pero casa perfectamente con el verde de la cama. Además, el escritorio, o la zona de estudio. Un área de la habitación en la que el color y el material quedan unificados por completo.
El equilibrio del gris
Esta segunda opción sigue mucho el hilo de la anterior. Es cierto que la madera tiene menos protagonismo en su estado más natural. Aún así, podemos ver como entra directamente al suelo. Se apuesta por el blanco, no obstante, se incluye también un gris claro para dar más profundidad. Sí, nuevamente puertas hasta techo, evitando molduras, y simplicidad en absolutamente todo el mobiliario, que, aunque escaso, es completamente funcional.
Nos gusta mucho la parte del dormitorio en la que se integra la cama. Podemos ver que los toques de color se hacen con el textil y ciertos elementos decorativos, como el nórdico más fiel está acostumbrado a hacer. Además, Nos encanta que esta habitación tenga dos ambientes y uno de ellos cuente con una ventana de tejado. Las zonas abuhardilladas pueden ser ideales para alojar las habitaciones de los peques, pues dan un toque mágico difícil de encontrar en otras partes de la casa.
Una habitación fresca y juvenil
Terminamos con una habitación juvenil de lo más interesante. Podemos apreciar la madera en cualquier rincón, eso sí, mezclado con un tono azul ¿Sabíais que el azul es el color más escogido para los dormitorios? Es un tono que da muchísima paz y relax, quizá por eso sea tan empleado sin importar si hablamos de dormitorios infantiles o de adultos.
Nos gusta la amplitud de la ventana, que da mucha luz, además, se aprovecha esa pared para pintarla de blanco, potenciando así que la luz se expanda por completo por toda la estancia.
Encontramos nuevamente muebles a techo, completamente integrados en el espacio, que parecen un todo. Además, en esta ocasión se da un toque más divertido metiendo ciertos toques en rojo y ese papel en el cabezal de la cama.