A la hora de comprar una cama infantil hay muchísimas opciones. No obstante, ya sabemos que cuando de niños se trata, lo mejor es apostar por materiales naturales. La madera nos gusta, y mucho, pero no podemos obviar ciertas tendencias que están llegando con muchísima fuerza. Las camas de fibras naturales, como el ratán, están causando verdadero furor. Os hablamos un poco de ellas y de las ventajas de colocar una cama infantil de ratán.
Una vuelta a lo clásico con las camas de ratán
El ratán no es un material nuevo, ni mucho menos. Una fibra natural que convive con el hombre desde hace muchísimo tiempo. Encontramos todo tipo de objetos hechos con ratán, desde los más pequeños, como cestos o sillas, hasta los más grandes. Sí, también hay camas y cabecero de ratán, y están causando furor entre los interioristas. No es de extrañar; y es que confieren a las estancias un toque vintage, que también es muy buscado en la actualidad, un aire eco y muchísimo encanto a los espacios.
Recordemos, además, que estamos ante una técnica milenaria. Los antiguos egipcios ya usaban las fibras naturales para crear muchísimos objetos de su vida cotidiana. Las fibras naturales se cortan en tiras y se secan al sol, luego, posteriormente y mojadas, se van trenzando hasta conseguir cosas tan bonitas como los cabeceros de ratán. Así, pues, también podemos añadir a la lista de ventajas un aporte artesanal a las estancias infantiles.
Ventajas de las camas de ratán
Si buscamos más ventajas de las camas de ratán, nos podemos centrar en que son estructuras hechas de un material transpirable. Esto se suma a que, además, es lavable y tienen un mantenimiento muy sencillo. Un pequeño trapo humedecido será más que suficiente para ir retirando el polvo cada semana.
No nos olvidemos de que el ratán es muy ligero, como la mayoría de las fibras naturales. Esto hace que las estructuras de cama, así como los cabeceros, sean fáciles de levantar y colocar en cualquier momento ¿Una mudanza? Las camas de ratán se mueven fácilmente sin ser uno de esos muebles pesados que tenemos que levantar entre cuatro o cinco.
Hay que añadir que estas camas y cabeceros tienen una gran resistencia y durabilidad. Pensad en esas sillas o taburetes hecho con fibras naturales, seguro que todos tenemos uno por casa que tiene años y años. Son materiales que no requieren un gran mantenimiento y que, además, tienen una vida útil larguísima.
El precio también se puede ver como una ventaja. No es que los cabeceros o camas de ratán sean de los más baratos, pero está claro que salen mucho más económicos que una cama de madera maciza.
Gran posibilidad de estilos
Aunque comentábamos que el ratán es ideal para las habitaciones de estilo vintage, lo cierto es que es un material que no se pone fronteras estilísticas. Pega con todos los estilos de interior, sin necesidad de cambiar absolutamente nada.
¿Te gustaría que la habitación de tu hijo fuera un poco más exótica? Unas plantas verdes, naturales o artificiales, y ya tienes un refugio salvaje para el pequeño de la casa.