He descubierto la habitación de Charlie a través del maravilloso blog Sur un nuage de la decoradora de interiores Anne Claire Ruel, y no me he podido resistir a mostrárosla. Una preciosa habitación infantil francesa digna de una princesa. ¿No os parece encantadora? A mí me transmite mucha delicadeza.
Los complementos son los que marcan la diferencia. Fijaos en la lámpara infantil en forma de seta del suelo, a mí me tiene completamente enamorada, o el detalle de la pared con el nombre de la niña y las estrellitas en dorado. ¡Una monada!. Este dormitorio infantil es la muestra de que los pequeños detalles pueden convertir una habitación con pocos muebles en un lugar de ensueño para los más pequeños.
Un armario y una cómoda antigua son el eje conductor de este dormitorio de aire naïf y estilo vintage que casan perfectamente con los tonos pasteles del cuarto.
Como sabéis, durante los primeros meses de vida, los bebés duermen muchas horas y por ello es muy importante proporcionarles una estancia cálida y apacible. La elección del color rosa bebé de las paredes, combinada con los tonos grises no me puede parecer más acertada. El gris resta ese punto cursi que puede suponer una habitación entera de color rosa y le aporta un toque de distinción y estilo.
Fijaos en la mezcla de tejidos y estampados en los cojines, indispensable para lograr un ambiente acogedor y cálido.
¿Y qué me decís de la estrella de madera o del atrapa sueños en forma de nubecita colgado de la estantería? No sólo hay que saber elegir bien los complementos sino colocarlos en los lugares más apropiados y menos esperados. De esta forma la sorpresa está asegurada.
Como último detalle el cojín que reposa en la cuna. Personalizado con el nombre del bebé y acorde a la decoración de la estancia.