Nos encanta cuando la gente transpira creatividad y se la contagia a los demás, especialmente a los más pequeños. Atelier Perelà es un concepto multifuncional donde se entremezclan campos diversos pero a la vez entrelazados, como la ilustración y la animación. Detrás de Atelier Perelà se encuentra Alessandro Maggioni, un diseñador visual que trabaja ofreciendo a los espacios una nueva identidad a través de figuras de papel animadas. Aunque es italiano vive en Berlín, de manera que conjuga lo mejor de dos mundos con estilos diferentes.
En su portafolio destacan cuatro grandes proyectos, aunque hoy solo nos centraremos en «Kindergarten Sinneswandel», una peculiar guardería construida en Berlín. El proyecto consistía en un espacio de 700 metros cuadrados dividido en tres plantas que contaría con un sistema de orientación divertido y apropiado para los peques, con los animales como ayudantes. Además, cada aula invita a los niños a explorar y disfrutar, al mismo tiempo que ofrece lugares de descanso.
Una de las singularidades de este centro es que algunos de los 65 alumnos que reúne son sordos. Sin embargo, están integrados perfectamente en el día a día de la guardería. A lo largo de las tres plantas que la componen podemos encontrar animales en las paredes, pero que en cierto modo interactúan con los pequeños. Estos animales comparten espacio en una guardería cuyo diseño y funcionalidad llaman poderosamente la atención.
Los árboles simbolizan el crecimiento, y esta fue la base del concepto. Junto con el diseño de Baukind, Atelier Perelà utilizó un color y personajes animales para cada planta. Estos animales acompañan a los alumnos desde la puerta de entrada hasta las diferentes aulas, que adoptan sus nombres a partir de los dibujos que tienen en las paredes: el grupo del zorro, el grupo del conejo, etc.
La planta baja está destinada a los más jóvenes, entre un año de edad y tres. Colores cálidos como el rojo, marrón o violeta simbolizan la raíz de un árbol. Todo el mobiliario es apropiado para los peques. La primera planta, donde predominan el amarillo y el naranja, está destinada a alumnos mayores de 3 años. Los materiales y el diseño de las habitación invitan a los niños a jugar, explorar y, en definitiva, a desarrollar su creatividad. Ni siquiera necesitan juguetes para divertirse, ya que ellos mismos dan vida propia a los objetos que van encontrando por las aulas. Por último, en la segunda planta se concentran los más mayores de la guardería. El búho y la ardilla son los animales protagonistas y ocupan la copa del árbol.
Además, la guardería cuenta con un restaurante para acoger a los 65 alumnos. Las mesas y los bancos tienen diferentes tamaños para adecuarse a todas las edades. Y no solo eso, también funcionan como materiales de construcción, ya que pueden utilizarse para diferentes combinaciones. De esta manera, el restaurante tiene función de lugar recreativo fuera de las horas de comida.
En definitiva, un lugar ideal para que los más pequeños den sus primeros pasos y vayan creciendo rodeados de creatividad y animales, aunque estos sean de papel.
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