Como padres ya sabemos lo complicado que es salir a cenar con los niños. Si queremos estar tranquilos, es recomendable buscar establecimientos que cuenten con servicios para los peques. No nos referimos únicamente a menús infantiles. Lo mejor es optar por sitios que cuenten con áreas específicas para que los niños puedan jugar. Hay muchos, no tendremos problema. Ahora bien, quizá ninguno pueda estar a la altura del espacio que hoy os vamos a presentar. Toda una inspiración para los hosteleros españoles, pues aunque está ubicado en Shanghai, podemos decir que el restaurante Neobio Kids funciona estupendamente. Un espacio para que los padres puedan relajarse degustando un buen menú, al mismo tiempo que los peques descubren un mundo diferente lleno de imaginación.
Un proyecto energético
El restaurante Neobio Kids de Shanghai se puso en manos del estudio X Living. La intención era crear un lugar que atendiera a toda la familia. Un espacio que pudiera equilibrar la balanza entre la gastronomía orientada a un público adulto y la energía pura de los niños.
En Neobio Kids son conscientes de que los niños, una vez terminan de cenar o comer, salen disparados para buscar diversión y jugar. Además, hay que tener en cuenta que Neobio Kids forma parte de Neobio Family Kids, un parque de atracciones con áreas que van desde una zona de lectura hasta una ciudad en miniatura.
En concreto, Neobio Kids quería inspirarse en un globo aerostático que se elevaba sobre un castillo. Una imagen que aúna las ganas de volar de los niños con el imaginario infantil.
Un espacio de ensueño
El espacio que X Living decidió crear es un espacio de 500 metros cuadrados. En este área encontramos grandes estructuras de media esfera en forma de animales que cuelgan sobre agujeros llenos de pelotas, arenas y juguetes. Sin lugar a dudas, el sueño de cualquier niño.
El dinamismo de los pequeños y su vitalidad se fomenta mediante los grandes tubos de conexión entre las diferentes zonas. Tubos acrílicos transparentes que dejan ver, en todo momento, dónde están los niños.
El estudio de interiorismo quería representar la relación entre padres e hijos al contrastar los globos de colores con una representación blanca y bidimensional de un castillo, colgando como un recorte de techo.
Si observamos el restaurante desde lo alto, nos encontraremos con las mesas del comedor dispuestas de forma que se entremezclan alrededor de los agujeros de juego. Esta disposición es de lo más tranquilizadora para los padres, pues mientras los niños están jugando con toda la libertad del mundo, explorando las estructuras a la vista, ellos pueden estar pendientes sin perder ni un segundo el contacto visual con ellos.
Destacamos también la paleta de colores que se ha usado, una paleta de colores pastel con acentos dorados que crean un ambiente muy relajado pero a la vez súper elegante. Además, también cuenta con varios estallidos de color controlados que le dan un toque alegre al interior del restaurante.
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