Hoy os contamos la historia de Tippi Degré, la niña que se crió en la selva hasta los 10 años.
Cuando los niños vuelven de un campamento o del pueblo de los abuelos llegan a casa tan alterados, ¡que ríete tú de los que dicen que las amapolas son silvestres!. Se han pasado tantos días en contacto con la naturaleza que tienen las pilas a tope de batería, y ante eso tú no puedes hacer otra cosa que echarte a temblar… ¡Si ya normalmente te cuesta seguirles el ritmo!
“Su vida cotidiana consistía en asegurarse cada minuto que los monos no robaban su botella”, dijo Sylvie, su madre.
Pues imagínate que en lugar de un fin de semana o uno de los meses de verano, tu hijo se hubiese criado en la jungla. Pues esa es la historia de Tippi Degré, una niña francesa nacida en Namibia que fue apodada ‘la verdadera Mowgli de la selva’ por pasar sus 10 primeros años junto con sus papis en la selva africana.
“Ella me llamaba mientras señalaba a un elefante que comía de una palmera y me decía ‘mamá, ¡cuidado, que podemos asustarlo!’”, recuerda la madre.
Mientras tus peques se han criado entre algodones, para esta niña un leopardo era un lindo gatito. Sí, sí, has leído bien, en muchas ocasiones la realidad supera la ficción. Te preguntarás ¿los padres de esta criaturita que hacían recorriendo la más profunda África austral? Pues resulta que Alain Degré y Sylvie Robert son una pareja de fotógrafos de la vida salvaje, que mediante estas instantáneas documentaron la integración de su hija en la naturaleza.
Estaba muy en paz con los animales. Les hablaba con sus ojos y su corazón. No se daba cuenta de que no era del mismo tamaño que Abu el elefante, ella le hablaba igual que si conversara conmigo. Le llamaban ‘la pequeña niña que podía hablar con los animales’”.
Elefantes, leones, tigres, jirafas, ranas, camaleones y babuinos eran sus compañeros de “cole”. Entre las asignaturas preferidas de esta pequeña niña estaban: correr descalza por la sabana, aprender la lengua de los bosquimanos o pasear a lomos de un elefante o un avestruz.
Cuando Tippi regresó a Francia, dice que intentó hablar con los gorriones, los perros, los gatos y las vacas, pero que no pudo y no sabe por qué. Pues la respuesta es muy sencilla, no hablaban el mismo idioma. No todos los gatos dicen miau, ni los perros guau, ni los patos cua cua. ¿No te lo crees? Te pondré de ejemplo a los pájaros. En castellano dicen pío pío, en inglés tweet, en francés cui cui, en italiano chip y en japonés chun chun.
+info: Tippi: My book of Africa
Esta niña es un mito
Que linda historia de vida! ..que fotos!