Si hay algo que disfrutan nuestros peques es el color. Los unicornios, los arcoíris y todo lo que tiene que ver con colores pastel les vuelve locos. Hoy os proponemos precisamente eso, un pastel lleno de colores. Un tarta de queso, de las de toda la vida, pero con unas tonalidades que enamorarán a tus hijos. Deliciosa y bonita a partes iguales. ¿Quién podría resistirse?

Ingredientes para la tarta multicolor

Ingredientes para la base de la tarta

  • 125 gramos de galletas.
  • 3 cucharadas de mantequilla derretida.
  • Chispas de colores.

Ingredientes para la tarta de queso

  • 900 gramos de queso crema tipo Philadelphia.
  • 200 gramos de azúcar
  • 4 huevos
  • 1 cucharada de extracto de vainilla
  • ¼ cucharada de sal
  • ⅔ taza de crema agria
  • ⅔ taza de crema batida espesa
  • Colorantes alimenticios

Ingredientes para decorar

  • Nata montada
  • Chispas de colores

Tarta de queso multicolor paso a paso

Lo primero que haremos será la base de nuestra tarta. Una base de galleta, como las tartas de queso tradicionales. Tomaremos un molde y lo engrasaremos bien. Mientras, en un cuenco, iremos combinando las galletas en migas con la mantequilla derretida. Una vez estén bien mezclados, lo verteremos en el moldo y presionaremos muy bien en el fondo para que quede adherido. No te olvides de añadir tus chispas de colores.

Es momento de ponerse con la tarta. No te olvides de precalentar el horno a unos 190º. Recuerda que aunque en las recetas siempre verás temperaturas y tiempos, cada horno es diferente, por lo que conviene ir controlando el proceso de horneado por uno mismo todo el tiempo.

En una batidora de vaso deberás batir el queso crema hasta que quede suave y esponjoso. Esta parte es esencial para que la textura luego sea tan cremosa como en las fotos.

Agrega el azúcar y bate a una velocidad alta durante unos 3 minutos.

Agrega el extracto de vainilla y la sal y mezcla hasta que queden integrados.

Agrega los huevos, uno a uno. Agrega también la crema agria y mezcla todo bien hasta que quede unificado por completo.

Ya tienes tu tarta lista, ahora deberás dividirla en cuatro tazones. Es el momento de poner el colorante. Para que quede con ese tono pastel intenta no tirar demasiado. Una gota podría ser más que suficiente para conseguir estos colores.

Ahora, transfiere la mezcla colorida a cuatro mangas pasteleras. El secreto está en ir llenando poco a poco el fondo de tu molde con pegotes de estas mezclas. Cubre indistintamente sin tener un orden pero ocupando la totalidad hasta llegar a la parte superior. Una vez esté todo lleno de esos pegotes, coge un cuchillo e introduce su punta en el recipiente. Haz un movimiento giratorio para que los colores se mezclen entre ellos pero sin hacerlo del todo.

Para hornear, vamos a hornearla al baño María. Es decir, meteremos el molde en una fuente con agua hasta la mitad. Hornearemos a unos 190º durante una hora u hora y media. Después te recomendamos que apagues el horno y dejes la puerta abierta durante una hora más.

Antes de decorarla es recomendable que la tarta descanse unas 4 horas en la nevera. De esta forma, todos los ingredientes quedarán finalmente asentados.

Antes de comer, podemos colocar la nata montada encima. Podemos usar una manga pastelera o bien comprar la nata en bote para poder usar el espray de este producto. Agrega también las chispas de color para que la tarta quede completamente perfecta.

El resultado, como podemos ver, es una preciosa tarta de queso de colores que será la sensación de cualquier fiesta infantil. Seguro que más de uno repite, y de dos.

 

Imágenes y receta en: sprinklesforbreakfast