No podemos negar que vivimos tiempos difíciles. El 2020 ha hecho que pasemos mucho tiempo en casa y que nos fijemos en las necesidades de nuestro hogar. Aspectos que quizá teníamos un poco olvidados y que, a la fuerza, hemos tenido que ir subsanando. Lo cierto es que 2021 tampoco ha tenido el comienzo ideal que esperábamos, pues, aunque ya hay un poco de esperanza, tenemos que ser cautos. En definitiva, nos encontramos con hogares que hemos tenido que adaptar como espacios de convivencia las 24 horas de día. Muchas veces hemos tenido que trasladar oficinas a ellos, compaginándolo con una auténtica guardería para los más peques. Ambientes todoterreno para los niños de la casa que han tenido que jugar, trabajar, estudiar, crear, comer y relajarse en el mismo sitio. Sin duda alguna, esta pandemia ha puesto sobre la mesa la importancia del hogar para todos, pero sobre todo para los niños.

¿Por qué es tan importante el hogar para los niños?

Quizá no nos habíamos parado a pensar esto antes, pero la realidad es que incluso en tiempos “normales”, los más pequeños pasan muchísimo tiempo en casa. Más incluso que en cualquier otro lugar. Si a ello le sumas jardines y parques cerrados, entendemos que nuestras casas son un lugar esencial para la educación y el crecimiento de los peques.

Pensemos que alrededor de un tercio de la vida de un niño se la pasa en su dormitorio ¿no es motivo más que suficiente para invertir en este espacio? Tened en cuenta, también, que como todo ser humano, los peques interactúan continuamente con su entorno físico además del social. Es importantísimo que el entorno en el que se encuentren pueda ser explorado con seguridad, les ayude a experimentar y les haga crecer como personas.

La habitación de los pequeños

La habitación infantil es, sin lugar a dudas, el rincón más importante de la casa para ellos. Debe estar dominada por ellos y no por los adultos. Un refugio hecho a su medida. En esto, el método Montessori es bastante claro. Un ambiente en el que el pequeño pueda desenvolverse por sí mismo sin necesidad de contar con la constante supervisión de los adultos. Ayudemos a que nuestro hijo sea muchísimo más autónomo.

Se trata de alentar los movimientos de los niños, sean cuales sean sus necesidades educativas. Así, un dormitorio infantil debe proporcionar seguridad, pero también comodidad, estimulación y belleza a los ojos de un niño.

No nos olvidemos de la parte creativa. Un dormitorio infantil debe también tener un rincón en el que tu hijo pueda dejar volar su imaginación, ya sea pintando, montando estructuras o leyendo.

Sí, definitivamente la pandemia nos ha hecho darnos cuenta de que esas cocinas y esos aseos estaban por actualizar, pero quizá también los espacios infantiles, en los que a partir de ahora deberíamos invertir un poco más de tiempo y recursos; y es que aunque no vuelvan los confinamientos (esperemos), es necesario crear ambientes motivadores dentro de casa.

Imágenes vía: petitandsmall, themerrythought, bohemianmama,