En realidad, aunque no seamos padres primerizos, siempre viene bien tener un poco más de información extra; y es que ya sabemos que con respecto a los bebés, cada cierto tiempo surgen nuevas recomendaciones actualizadas. Hoy queremos fijarnos en los dormitorios del bebé y poner un poco más fácil eso de decorar este espacio, tanto si sois padres primerizos como si no. Hagamos hincapié en lo importante, en aquello que hará que nuestro hijo descanse y esté seguro.
La cuna y el descanso
Sabemos que muchos padres de Decopeques son fans del colecho. No obstante, no todos toman esta dirección y siempre es respetable. Sea como sea, en la habitación de tu hijo quizá quieras colocar una cuna para cuando deje de dormir con vosotros, o en otro caso para que duerma desde el primer día. Esta cuna debe escogerse con sumo cuidado; y es que el sueño, además de ser fundamental para el descanso, es muy importante para el desarrollo cerebral. Los expertos aseguran que no dormir tiene consecuencias en el bebé a corto plazo, como la irritabilidad, pero también a largo plazo.
Lo primero que debéis buscar es una cuna segura. Esto es imprescindible. Una prioridad que, afortunadamente, todos los fabricantes tienen. Intentemos, por tanto, encontrar modelos que no tengan aristas ni puntas. Las cunas con barrotes y esquinas redondeadas son quizá las más recomendables para evitar accidentes.
Aseguraos, además, que este mueble, como el resto de los que tengáis en la habitación infantil, estén rematados con productos que no sean tóxicos, pues ya sabemos que los bebés tienden a chuparlo todo. Así pues, pinturas y materiales libres de agentes químicos y tóxicos.
Seguridad durante el sueño del bebé
A la mayoría de los padres primerizos hay una cuestión que preocupa por encima de todas, la muerte súbita o muerte del lactante. Si bien es cierto que no se puede reducir el peligro al 100%, hay que ser claros en esto: cumpliendo las recomendaciones que se nos dan, este peligro se reduce hasta cifras ridículas. Así pues, tengamos en cuenta cosas como que la base de la cuna sea de listones, para que el aire fluya y se ventile constantemente el colchón, evitando así la humedad y el exceso de sudoración.
Evitemos siempre los colchones excesivamente blandos, la ropa de cama en exceso tipo edredón así como los muñecos, los objetos sueltos o incluso las chichoneras, que no son recomendables hasta el primer año. Busca siempre ropa transpirable que no aumente en exceso la temperatura del bebé.
La temperatura de la habitación del bebé
No se sabe por qué, pero lo cierto es que una habitación con altas temperaturas influye en los casos de muerte súbita. Así, aquí las recomendaciones también son claras. No se debe pasar de los 21 grados. Tampoco debemos tener una habitación con una temperatura inferior a los 18 grados. En este rango, entre los 18 y los 21, tendremos un lugar agradable en el que el niño descansará correctamente. Para ello, usa tejidos de ropa que favorezca la termoregulación. Tejidos que permitan la transpiración como los sacos de dormir, que son una opción muy segura que dejan la cabecita del bebé al descubierto.
La luz correcta en el dormitorio del bebé
Hay algo importante en el desarrollo del bebé que tenemos que tener presente. Los niños tendrán que aprender la diferencia entre el día y la noche. Es la manera de entender que por el día se juega y por la noche se duerme. Los ritmos circadianos del bebé durante los primeros meses son en realidad ritmos ultradianos, es decir, comen y duermen. Para que el niño pueda adaptarse a los ritmos cirdacianos de los adultos, hay que ayudarles.
La habitación por la noche tiene que quedar a oscuras, aunque podemos usar sistemas de iluminación inteligente y regulable que utilizan una tonalidad fría por la noche, cuando el bebé duerme. También podemos incluir una luz de acompañamiento por si se despierta. Una luz más tenue que no tenga nada que ver con la luz que usamos durante el día.
Las ventanas en la habitación del bebé
Las ventanas son la principal fuente de luz natural que tiene la habitación infantil. Tendrás que cubrirlas durante las horas de sueño, para ello, puedes usar estores o cortinas. Ahora bien, si la cuna está cerca, mejor que optes por soluciones seguras, como los estores sin cordones.
La decoración infantil
En el caso de la decoración, aunque para gustos, los colores, mejor ir en dirección de los colores neutros o pasteles. Son los más recomendables para un bebé pues no son estridentes y hacen que el pequeño esté más relajado. Además, en cuanto a los muebles se refiere, mejor apostar por un mobiliario a base de materiales naturales como la madera o las fibras naturales para las lámparas y textiles como alfombras, por ejemplo. Una habitación cálida pero sin estímulos excesivos.
El orden como clave
La habitación del bebé debe estar ordenada como el resto de la casa. Quizá resulte un poco difícil al principio, con tantos pañales y tanta ropa para lavar. Ten siempre a mano todo lo que necesitas. Los muebles abiertos para los primeros meses siempre son una ventaja, tanto en cambiadores como en estanterías. Piensa que en un dormitorio para bebé no es necesario tener tantos trastos por medio. Es más, seguramente terminarán estorbándote.
Imágenes vía: Ikea