El maravilloso mundo de la decoración, muchas veces nos permite encontrar muebles versátiles llenos de encanto. Podría parecer que un taburete poco se ajusta a esta definición, pero nada más lejos de la realidad. Un taburete infantil puede ser un complemento perfecto para cualquier dormitorio. Y sí, voy a demostrártelo.
Gran versatilidad en sus funciones
Los taburetes, como mueble, sirven para sentarse. No obstante, dependiendo de su tamaño y su superficie, un taburete puede convertirse en muchas otras cosas. Como vemos en la imagen, podría hacer la vez de mesa auxiliar. Un taburete alto en el que colocar una lámpara. Así, tanto en la habitación del bebé como en una habitación infantil, un taburete puede funcionar como mesita de noche.
Taburetes para mesas de trabajo
Cuando nuestros hijos son muy pequeños, las grandes sillas de escritorio quizá sean un poco incómodas. Aun así, seguro que están encantados con taburetes de este estilo para poder sentarse mientras dibujan y pintan en una mesa baja. Escoge modelos rectos o, como los de la imagen, que incorporen pequeños respaldos, mucho más ergonómicos.
El taburete infantil como aliado en la decoración
Viendo la inmensa variedad de modelos que se pueden encontrar, es innegable que los taburetes infantiles son, además, decorativos. Una pieza diferente que puedes colocar en cualquier rincón de la habitación de tu peque y que dará color al entorno ¿Le gustan los animalitos? Un taburete con forma de oso panda le enamorará. Aunque no es la única opción. Incluso podrías adquirir un taburete en madera y customizarlo junto a tu hijo con pintura.
Un taburete infantil nuevo cada día
Y si se trata de customizar, sin lugar a dudas los taburetes que emplean pintura pizarra en su superficie son los más interesantes. No es la primera vez que os hablo de esta pintura, y es que, para mí, es un imprescindible en el mundo infantil. Paredes enteras pintadas con ella, o, como en este caso, pequeños elementos que pueden ser así decorados por tus hijos fácilmente y sin mancharse demasiado.