La imaginación de los niños no tiene límite. Parece que hoy en día, con todos los juguetes sofisticados con los que cuentan, muchas veces restamos esa parte de creatividad. Imaginar es lo mejor que podemos hacer cuando somos pequeños. Imaginar hace que la creatividad de los pequeños se potencie, por eso, además de los juguetes actuales, es muy positivo que nuestros hijos jueguen con otro tipo de material. Por ejemplo, que hagamos juguetes con materiales que tenemos en casa. Las cajas son, para esto, una herramienta muy interesante. Hoy queremos acercaros unos cuantos ejemplos de todo lo que se pude hacer con cajas de cartón, un poco de tiempo y mucha imaginación.
Carreras de cajas
Si pensamos en la forma de una caja cuadrada, seguro que lo primero que se nos viene a la cabeza, o por lo menos una de las primeras cosas en las que pensamos, en coches. Añadiendo unas simples ruedas de cartón, agujereando la parte de abajo o colocando un volante, podemos conseguir auténticos coches de carreras con los que nuestros hijos se divertirán mucho.
Lo cierto es que esta es una de las manualidades más sencillas con estas cajas, y no por ello la menos interesante. Todo lo contrario. Podemos, además, customizar esos coches con los gustos de nuestros hijos, dejando que sean ellos mismos los que los decoren.
Una casita o guarida
Las cajas más grandes pueden ser muy útiles si lo que queremos hacer es una casa para que nuestros hijos jueguen en su interior. Sí, los tipis indios están muy bien, pero es que con estas cajas podemos crear todo un mundo de juegos. Una casa con sus ventanas, con su puerta y chimenea.
Como en el caso anterior, podemos dejar que los pequeños decoren estos lugares como a ellos más les guste, o bien darles una sorpresa nosotros mismos construyendo un refugio en el que pasarán horas disfrutando de juegos de lo más divertidos.
Una casa también para sus muñecas
Hay veces que por espacio no podemos contar con una casa de juguete para nuestros hijos, pero lo que sí podemos hacer es una casa de juguete con cartón para sus muñecos. Es más, podemos amueblar esta casa con muebles de cartón que iremos haciendo poco a poco con ellos. Nos parece una actividad de lo más interesante, pues las casas de juguete siguen siendo, a día de hoy, uno de esos juguetes que atraen muchísimo a los más pequeños de la casa.
Un futbolín
Se puede hacer, incluso, un futbolín. Sí. Si lo pensamos, una caja es un espacio perfecto para crear este divertido juego. Ahora bien, en este caso vamos a necesitar, además, otro tipo de materiales. Las barras para sujetar a los jugadores pueden hacerse con palos. Deben ser duros para que se puedan girar bien. En cuanto a los jugadores, unas pinzas pintadas con los colores de sus equipos podrán simularlos perfectamente. Unos agujeros hechos en cada lado y una pelota de plástico será suficiente para tener horas y horas de diversión en casa.
Un barco pirata
También podemos construir un barco pirata. Quizá no encontremos cajas tan grandes, pero no pasa nada, pues lo cierto es que desmontando esas cajas obtendremos el cartón necesario para crear un barco pirata para nuestros hijos. También podemos hacer un modelo a base de diferentes cajas de distintos tamaños. Quizá nos toque hacer de ingenieros, pero el resultado merece la pena.
Jugando a las casitas
Y no, no nos referimos a las casas de antes. Los juegos de imitaciones de roles son muy positivos para el aprendizaje de nuestros hijos. Es más, se divierten muchísimo imitándonos. Por este motivo, nos parece una idea genial la de hacer con cajas cocinitas de juguete o incluso la lavadora y secadora en la que papá y mamá hacen la colada todos los días.
Todo lo que podamos imaginar
Lo cierto es que con el cartón de una caja, el límite lo pone nuestra imaginación. Podemos hacer una televisión a modo de teatro, para que nuestros hijos simulen una telecomedia o se pongan a representar obras de teatro de una forma diferente.
Otra opción es la de crear elementos de nuestra vida cotidiana. Quizá nuestro hijo quiera tener un portátil para poder jugar a trabajar como mamá o incluso un horno de pizza con su pizza para llevar a sus muñecos una suculenta cena.
Y sí, con el tiempo que hemos pasado en casa, no está de más soñar que nos vamos de viaje. Unas maletas pueden ser la mejor forma de soñar. Unas maletas y un pasaporte que harán que tus hijos viajen de habitación en habitación soñando con el día en el que podamos volver a coger un avión, un tren, un autobús o un barco; y es que en estos tiempos que corren, la imaginación está salvando a nuestros pequeños.
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