Hoy queremos acercaros uno de esos proyectos que enamoran. Una habitación infantil que ha cuidado hasta el máximo cualquier detalle, desde la paleta de colores hasta los muebles o textiles incluidos. Un dormitorio infantil que es capaz de arroparnos incluso a través de las imágenes.
Una cama con dosel
Aunque hay muchas piezas que llaman la atención en este dormitorio, como ese precioso armario antiguo, la cama es, sin lugar a dudas, una de las más importantes. Una cama sencilla, baja, acorde con la filosofía Montessori en la que buscamos camas que sean accesibles a nuestros pequeños en sus diferentes etapas de crecimiento. Una cama que, además, incorpora ese elemento que es todo un must y que sigue enamorándonos, el dosel.
Este dosel contrasta tímidamente con el color melocotón de las paredes, que como veremos es el hilo conductor de toda la estancia. Cama en blanco y textiles que se mueven en una paleta de color cálida, lleno de cojines y texturas, para aumentar así la calidez de este espacio para el descanso.
Papeles de moda
Comentábamos no hace mucho que los papeles pintados de este año buscan patrones de decoración florales. Flores, eso sí, de gran tamaño. Los temas naturales siempre han sido un recurrente en papeles pintados para toda la casa, pero en las habitaciones infantiles aún más. Nos gusta el escogido para esta estancia precisamente porque utiliza dibujos grandes. Los tonos encajan con el melocotón de la pared, pero, además, contrasta enormemente con el armario, que se ha pintado en un tono blanco roto precioso.
Los armarios antiguos pueden dar un toque ideal a la habitación infantil si queremos aportar algo de romanticismo, pero pensad que son piezas bastante grandes y que para restar pesadez visual es interesante pintarlos con colores más claros, como en este caso. Todo depende de la paleta de colores que usemos en el dormitorio infantil, pero un blanco o blanco roto siempre será bienvenido.
Un escritorio a su altura
La mesa para trabajar, para leer o para jugar. Una mesa amplia, de pared a pared, que también encuentra en el blanco su color, pero que, además, incorpora partes en madera natural; y es que la calidez de la madera siempre es bienvenida.
Se trata de un escritorio accesible, ideal para una altura concreta, la de nuestros peques. Un pequeño taburete será más que suficiente para que nuestros hijos puedan empezar a entender la importancia de las superficies de trabajo.
Además, también hay que señalar que en esta zona de estudio se incorporan un montón de estanterías prácticas. Unas sirven para incluir los juguetes y libros que los niños pueden usar a diario. En la parte superior encontramos otra balda o estantería en la que, esta vez sí, se colocan láminas decorativas que siguen a la perfección la temática y estética del resto de la estancia.
Mención especial también a los banderines de esta parte de la habitación. Lejos de estar ya de capa caída, siguen siendo un recurso estético ideal para adornar las paredes de las habitaciones infantiles.
Imágenes vía: teresacasamonti