Las estancias nórdicas siguen estando de moda. Los dormitorios infantiles nórdicos también. No obstante, hay que recordar que un dormitorio nórdico no tiene necesariamente que ser un lugar con pocos colores. Sí, los ambientes nórdicos buscan la luz y por eso se emplea tanto blanco en su mobiliario y en paredes, pero se pueden dar toques de color de muchísimas formas. Fijaos en este dormitorio infantil nórdico al que no le falta color en absoluto.

Tres zonas diferenciadas

Lo que más llama la atención, además del uso del color, es que el dormitorio está dividido en tres zonas completamente diferenciadas de forma visual. Por un lado tenemos la zona de descanso, con dos camas para dos niños. Unas camas con dosel en blanco que no restan iluminación alguna a la estancia. Por otro lado, también tenemos una zona de juegos en la que hay una especie de sofá casa (o cama Montessori) llena de cojines para poder jugar. Además, también encontramos la zona de estudio con muebles hechos a medida y gemelos.

En general, tenemos una estancia con mobiliario blanco, a excepción de la cama o sofá Montessori que tiene una estructura en madera natural. Este blanco hace que las posibilidades para incluir notas de color sea más sencillo.

Zona de estudio con muebles gemelos

La zona de estudio nos parece una auténtica preciosidad. Fijaos en que se colocan dos estanterías blancas, con bastante altura, exactamente iguales. Se crea un efecto reflejo que se llena de dinamismo a través de las sillas escogidas, una especie de taburetes en amarillo. Además, la mesa central y las baldas que hay en el hueco de estas dos estanterías son de madera natural, algo que aporta calidez.

Un rincón de estudio que sigue destacando por su luminosidad y por la combinación perfecta de materiales y colores.

Color con vinilos y libros

El color más potente lo encontramos en la pared de las camas, a través de círculos de colores en vinilo que han sido pegados de forma divertida cubriendo su totalidad. Estos círculos dan esa pincelada de color sin restar protagonismo al blanco, que como vemos está por todas partes.

Además, junto a las camas también está la otra fuente de color, la librería. Estas librerías tipo Montessori son muy interesantes porque permiten colocar los libros a modo de expositor, convirtiéndose sus portadas en una suerte de cuadros que pueden dar mucha vida a las habitaciones infantiles.

La zona del juego

La cama casita, que en este caso hace de función de sofá o superficie de juego, está perfectamente arropada por un montón de cojines blanditos para que los peques puedan estar cómodos.

Nuevamente destacamos su estructura de madera que rompe un poco con el resto de mobiliario y que añade esa calidez que sólo la madera sabe dar. Asimismo, hay detalles preciosos, como la lámpara que se enrolla en la estructura, en un color amarillo como los taburetes del escritorio, o las cestas y sacos para guardar los juguetes.

Imágenes vía: liveloudgirl