La lectura para los peques de la casa es algo maravilloso. Descubrir nuevos mundos, dejarse llevar por esa imaginación desbordante que les caracteriza y soñar. Por este motivo, las habitaciones que cuentan con rincones de lectura infantil nos encantan. Hoy os traemos una. Una, además, con otros factores que la convierten en una de esas habitaciones infantiles de diez.

Un rincón de lectura y más

Una de las zonas que destacan en esta habitación es, sin duda, la del rincón de lectura. Está hecho con sencillos muebles de IKEA. Muebles modulares que se han adaptado al espacio y a las necesidades de esta habitación.

Podemos ver, para empezar, un módulo que funciona como armario. Un armario accesible que permite que los niños puedan acceder a sus prendas fácilmente.

El banco de lectura está compuesto por módulos bajos y un listón de madera que se viste con varios cojines. Un espacio cómodo que, además, cuenta con una estantería en el otro lado para poder incluir todos los libros que el peque quiera disfrutar.

¿Qué otras cosas interesantes hay en esta parte de la estancia? Para empezar el predominio del blanco, tanto en muebles como en pared y pavimento. Las pinceladas de color se consiguen con ese tono verde grisáceo y el rosa de los cojines, pero también con la impresionante alfombra. Esta alfombra ocupa la mayor parte del suelo de la habitación, por lo que será un lugar muy cómodo para el juego.

Asimismo, también destaca el pequeño escritorio hecho con un tablero con el mismo ancho de la estantería. Algo que facilita la integración perfecta con el resto de mobiliario de la habitación. Además, la silla también le da un toque de color diferente, rompiendo un poco con los tonos más bien claros del resto de la estancia.

Una habitación romántica

Otra de las cosas que más nos han gustado de este ambiente infantil es que el resto de la estancia tiene ese toque romántico y vintage que tanto se lleva en la actualidad. ¿Cómo lo consiguen? Para empezar, con una cama de forja. Estas camas tienen ese poder, el de crear espacios encantadores. No obstante, no han querido desentonar en cuanto a color se refiere y han apostado por una estructura en blanco. Ahora bien, las pinceladas de color siguen estando presentes en esa pared a dos tonos y en una ropa de cama que juega con diferentes tonos de rosa.

Muebles recuperados, como la cómoda que podemos ver junto a la puerta y que dan un toque muy acogedor a la estancia. Además, también vemos la inclusión de la madera, que también aporta calidez al conjunto, tan blanco, con una cocinita de IKEA y una mesita de noche.

Nos parece una habitación que cuenta con un equilibrio perfecto entre la luz y el color, entre la calidez y la limpieza. Sin duda, una de esas habitaciones infantiles de 10 que pueden ayudarnos a inspirarnos para reproducirlas en nuestra propia casa; y es que otra cosa que nos gusta es que sigue siendo un ejemplo de que las habitaciones pequeñas se pueden aprovechar siempre.

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