Las habitaciones de juego pueden ser un lugar perfecto para improvisar. Un espacio en el que podremos crear a nuestro antojo sin tener tantos reparos como tendríamos en otras estancias de la casa. Esto no significa que sólo existan las habitaciones de juegos llenas de color. Lo cierto es que es posible crear espacios para jugar con una gama cromática más reducida, como en esta ocasión. Una habitación de juego con grises, blancos y madera, que nos ha robado completamente el corazón.
Paredes en blanco
Las paredes en blanco dan mucho juego. En la decoración nórdica, este tipo de paredes posibilitan la introducción del color en otros elementos, desde textiles hasta suelos. En este caso, aunque las paredes son blancas, el color no es algo a destacar; y es que el resto de tonalidades que encontramos están entre el gris y negro.
Estas paredes, además, también hacen que la estancia tenga mayor iluminación natural. Todos sabemos ya, a estas alturas, que el blanco es el mejor color cuando queremos que las habitaciones parezcan más grandes y se aproveche mejor la luz natural que entra.
Paredes en negro
Aunque las paredes de esta habitación de juego son blancas, o precisamente porque son blancas, el colocar una pared en negro, con pintura pizarra, queda bien. Una pared que puede servir para crear un contraste más que evidente, pues el resto de tonos usados son más grises, y que, además, darán forma a la zona más artística de la habitación.
Siempre decimos que las paredes de pizarra son un recurso estético interesante, pero, además, son un recurso de ocio que los niños sabrán usar muy pero que muy bien.
Madera para complementar
Si pensáramos en una habitación blanca y gris, sin nada más, seguramente pensaríamos en una habitación bastante fría. En este punto, la madera ha sido esencial para dar ese toque cálido que nos envuelve.
Los juguetes, que en su mayoría son juguetes tradicionales como la cocinita, son de madera. Baldas, cajones y sillas también de madera. Estos elementos hacen que la calidez se instale en la estancia incluso sin usar madera en el suelo, pues toda la superficie está cubierta por una especie de moqueta.
Una excelente combinación en esta habitación de juegos que nos parece muy reseñable. Una fuente de inspiración no sólo para este tipo de espacios, también para las habitaciones infantiles; y es que, al final, el blanco, el negro y la madera funcionan así de bien.
Imágenes vía: kidsinteriors