Fiesta infantil Caballeros y Princesas por Terrón de Azúcar
Este año, Elena y yo, decidimos que sí o si, nuestras niñas tenían que tener su fiesta de cumpleaños y que no valía ninguna excusa. A la pregunta de » de qué que queréis que se vuestra fiesta?» La respuesta fue clara » de princesas!». princesas! Intentar salirse del mundo princesas Disney fue nuestra prioridad, no por nada, si no por intentar hacer algo diferente, además, lo celebraban juntos varios compañeros de clase, entre ellos dos niños, así que había que ampliar el mundo princesas y enseguida decidimos que Princesas y caballeros con un aire medieval nos gustaba.
Castillos, espadas, torreones, estandartes, coronas…en tonos rosas (por supuesto), azul, amarillo y gris, compusieron la fiesta. Empezamos con los preparativos!
Las invitaciones fueron hand made total. Recortamos a mano 28 castillos, a los que les pusimos unas banderolas de Washi tape y una puerta que al abrirla descubría el nombre del invitado. Como no teníamos un sello con el número cinco, decidimos hacerlo con un número de madera, pegarlo a una base de metacrilato y listo! Lo importante es tener recursos…
Para las niñas hicimos unas coronas, las de las cumpleañeras eran un poquito más elaboradas, que para eso eran las protas!
Y para los niños hicimos unas espadas con cartón, cuerda y fieltro. Al final de la tarde pocas quedaban enteras…
Y claro…no podía faltar un castillo «de los de meterse dentro» que decían nuestras niñas. Y en un alarde de valentía nos pusimos a ello, sabiendo que poco iba a durar… Lo hicimos con cartón, cuerda, tachuelas y pintura. El puente levadizo no resistió mucho tiempo…de hecho hay una foto muy gráfica de la toma del castillo, pero claro…eran caballeros medievales!
También querían » una mesa de esas que hacéis para los otros niños» y como estábamos consentidoras, pues tuvieron su mesa.
La adornamos en tonos grises para darle un aire más medieval, a pesar de que también utilizamos los colores de la paleta elegida. Cestos, cubos de cinc, copas de cristal…y un pequeño castillo realizado con tubos, inspirado en el que preparamos aquí , cajas de cartón, fieltro, Washi tape… Y por supuesto muchas chuches!
También preparamos unas etiquetas con la inicial de cada niño, que sabemos lo que les gusta encontrarse reflejados en la mesa y ver que realmente está pensada para ellos, para que se las llevaran de recuerdo. También había unos números cinco, grandes, para que nadie tuviese dudas de cuantos años cumplían.
Además, diseñamos un escudo, que Elena hizo con toda su paciencia, que tenía un lugar principal en el frente de la mesa.
Todos se lo pasaron pipa y en El escondite, que fue donde lo celebramos, tienen un arte especial y saben entretener de maravilla a los niños. Nosotras nos sentimos como en casa allí! (Gracias, Ángela!), y la decoración además, encajaba genial con la temática de la fiesta
Así que este año, no tuvimos que decir «en casa del Herrero, cuchillo de palo!»