El dormitorio perfecto para los más pequeños es aquel dormitorio en el que dejan de ser bebés para convertirse en niños. Sí, es cierto que aún siguen siendo pequeños, pero una vez cumplen los dos años, los cambios en este espacio son necesarios. Hoy te hablamos de cómo debe ser el dormitorio perfecto para los más peques de la casa, todo ello con las tendencias del 2023.

El cambio más importante: la cama

No podemos negar que uno de los cambios más importantes en esta etapa es el paso de la cuna a la cama. Una nueva etapa en la que dormirá solo, con más espacio y en su propio dormitorio. Ahora bien ¿qué tipo de cama debemos comprar? Lo cierto es que hay muchos modelos, pero nos parece interesante apostar por una cama nido. El motivo es que estas camas van a ser muy útiles a medida que nuestro hijo va creciendo.

Recordemos que las cama nido son aquellas que cuentan con una cama en la parte inferior. De esta forma, nuestros hijos podrán invitar a sus amigos a dormir con ellos y organizar fiestas de pijama de lo más divertidas. ¿Y qué hay de la seguridad? Sí, es cierto que estas camas son mucho más altas y que un niño de dos años puede caerse fácilmente. Afortunadamente contamos también con barreras que se pueden sujetar fácilmente en la cama y que evitan las caídas.

Una cama nido con dimensiones normales será una cama más ancha en la que un niño de dos años o más podrá dormir con mucha comodidad.

Una superficie para el trabajo

Es cierto que los niños no empiezan a tener tareas del colegio hasta más mayores, pero en casa también pueden dibujar, pintar, hacer manualidades y concentrarse en muchas otras actividades de mesa. Nos parece por tanto imprescindible contar con una superficie en la que puedan trabajar.

Hay un sinfín de bancos de trabajo para los más pequeños. También mesas con unas dimensiones adecuadas para ellos.

¿Un escritorio? Con el tiempo tendremos que contar con este mueble. Si tenemos espacio suficiente, podemos incluirlo en la habitación, siempre contando con un juego extra de mesa y silla para niños más pequeños.

Almacenaje extra

Los juguetes del bebé quizá no ocuparan tanto, pero a partir de los dos años el tema del juego empieza a necesitar más almacenaje.

En este punto también lo tenemos claro, estanterías para poder colocar los juguetes que menos use y cajones o baúles para guardar aquellos que se usan todos los días. Por ejemplo, si a tu hijo le gustan las construcciones, no está de más colocar un cajón con ruedas en el que pueda meterlas todas. Así podrá llevarlas por toda la casa y luego dejarlas en su habitación. El tema del orden hay que incularlo desde pequeño.

El armario

Somos muy partidarios de que los pequeños puedan escoger su ropa y gestionarla en la medida de lo posible. No obstante, también sabemos que este cuarto infantil en pocos años se convertirá en un dormitorio juvenil. ¿Qué solución podemos dar a la ropa? Un armario empotrado o un armario grande, pero contando con un pequeño perchero para colgar su ropa semanal.

Cómo decorar la pared del dormitorio

Por último, en la parte más estética nos fijamos en las paredes. Todo dependerá del color de los muebles, pero si hemos apostado por muebles neutros (algo muy interesante porque aguantarán más años sin que los peques se cansen), podemos incluir más color en las paredes.

La tendencia actual está en colores como el verde o el mostaza, colores que se alejan un poco del típico azul y rosa. Además, hay que recordar que hay una tendencia clara hacia los papeles pintados.

El papel pintado es un recurso interesante porque podemos dejar varias paredes en blanco y colocar un modelo llamativo únicamente en la más importante. Cuando nos cansemos, o se canse nuestro hijo, tan sencillo como quitarlo y colocar otro.

Si optas por colores lisos, puedes añadir pequeñas notas decorativas en forma de láminas. Son otro recurso económico que también podemos ir variando a medida que nuestros hijos crezcan.