Las habitaciones juveniles, muchas veces, se alejan por completo de las habitaciones aniñadas y llenas de color. Los adolescentes buscan distinción, sentirse cómodos en espacios que pueden parecer más adultos pero sin dejar, por ello, de renunciar a su parte infantil, esa que sigue un poco presente. Hoy te acercamos dos espacios diferentes, dos habitaciones juveniles de diseño. Dos espacios que podría encajar en cualquier casa moderna y que, además, hacen un guiño desenfadado a los gustos de los adolescentes.
Habitaciones juveniles de diseño: destino la luna
Nos ha encantado este espacio por varios motivos. Su sencillez es más que evidente. Una sencillez que se expresa ya de por sí en la paleta de colores. El gris, el beige y el marrón (claro con toques grises) son los protagonistas absolutos. Esto hace que la habitación de un aspecto impoluto y perfecto, alejado quizá del caos que suele reinar en las cabezas de los jóvenes adolescentes.
El suelo de madera da calidez, aunque sea una madera grisácea que acompaña al resto de elementos de la estancia. No obstante, la protagonista absoluta es la zona de la cama, una cama baja, sobre una estructura fija, que cuenta con una especie de panelado a su alrededor, que llega hasta la zona del escritorio y que incorpora una luz indirecta en la parte de arriba.
Esta luz indirecta nos encanta; y es que no hace más que enmarcar la enorme luna que descansa sobre la cama.
El resto de la habitación es igual de sencilla y sobria. Toques de color a través de libros, cortinas que acompañan a la paleta original y un escritorio anclado a la pared que hace que el suelo esté completamente despejado.
Almacenaje y elegancia en una habitación juvenil
Esta segunda habitación añade un contraste de color que nos parece realmente interesante ¿por qué centrarnos únicamente en los grises cuando podemos añadir también negro? El negro lo cambia todo. Fijémonos en el suelo, que es similar al anterior, incluso con un tono marrón más evidente. No obstante, el negro de la mesa, la cama y el mueble de almacenaje hace que el conjunto tenga más fuerza y carácter.
Las luces indirectas vuelven a tener un papel importante dentro del diseño, aunque en este caso, no resaltan las letras como hicieran con la luna las anteriores. En este caso, la luz indirecta resalta los huecos del mueble de almacenaje, esos que no están rematados por una puerta. Un espacio muy atractivo para que nuestro hijo pueda colocar su colección de coches, sus comics o su colección de música.
El protagonismo absoluto, en este caso, lo tiene precisamente ese mueble principal que se prolonga hacia la cama. Así, el negro sigue arropando el espacio de dormir, contrastado con unas sábanas completamente blancas.
Otro ejemplo absoluto de que el diseño y los espacios juveniles no se llevan en absoluto mal. Dos opciones que pueden inspirarnos para cambiar la decoración del dormitorio de nuestro hijo ahora que se está haciendo mayor.
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