Aunque se impone con fuerza el estilo de habitaciones del bebé neutras, lo cierto es que cada vez somos más fans de los espacios con una decoración potente. Este ejemplo nos ha parecido realmente interesante. Un dormitorio lleno de contrastes. Colores fuertes que, sin embargo, arropan y que, además, combinados con madera pueden ser realmente cálidos.

Un verde que lo llena todo

Si hay algo que llama la atención de esta habitación del bebé es precisamente el color verde. Lejos de los verdes mint, este verde esmeralda arrasa visualmente con todo. Nos gusta por varios motivos, primero por que los colores potentes crean mayor profundidad. Además, al tener dos ventanales grandes con mucha luz, la habitación no se empequeñece ni lo más mínimo.

Nos gusta también porque es un color que bien combinado puede generar una sensación placentera. El verde es naturaleza y como tal con la madera queda espectacular. De esta forma, tanto la cuna como el cambiador se sitúan como elementos de contraste. Una madera fuerte, nada de pinos sin tratar. Una madera con cuerpo y con presencia. El conjunto de verde y madera nos da una habitación del bebé con personalidad e ideal para que nuestro pequeño pueda crecer en ella.

La alfombra fucsia para contrastar más

Si dejáramos únicamente el verde y la madera, el resultado sería muy bueno. No obstante, al incluir un color como el fucsia, los contrastes generan aún más sensaciones. Un rosa que divide visualmente la estancia en parte superior e inferior. Un rosa que se apoya en otros colores de contraste, en menor cantidad, como el naranja o amarillo de esa preciosa lámpara. Detalle importante que esta alfombra cubra la totalidad del suelo a modo de moqueta pero sin serlo. Una opción interesante porque siempre vamos a poder retirarla para limpiarla. Las alfombras XXL siempre nos parecen una elección adecuada en ambientes infantiles.

Una butaca para dar paz

En una habitación del bebé es importante tener un butacón, sobre todo cuando apostamos por la lactancia materna. Si bien es cierto que hay muchísimas opciones, en esta estancia se opta por un sillón orejero en blanco. El resultado nos gusta muchísimo porque ese blanco (muy blanco) resta un poco de dramatismo a la habitación. ¿Podríamos haber colocado un sillón de otro color? Sí, pero el equilibrio del blanco entre tanta potencia nuevamente nos gusta y mucho.

La decoración justa en las paredes

Teniendo en cuenta que todos los elementos de esta estancia cuentan con una potente personalidad, es una buena idea no saturar las paredes. Primero porque el verde es para verlo y disfrutarlo. Segundo, porque quizá estaríamos cargando visualmente la habitación infantil.

De esta forma, se usan pequeñas láminas en una zona concreta así como una pequeña estantería en la que se colocan cuatro detalles decorativos, sin más. De esta forma se llega a un perfecto equilibrio que no hace desentonar nada con nada.

 

Proyecto e imágenes de: thehousethatlarsbuilt