Los accidentes domésticos son un problema al que nos enfrentamos todos los días. Solemos pensar que son cosas que pasan en otras casa, pero lo cierto es que hay 700.000 accidentes domésticos al año. Si lo calculamos, esto hace que al día nos encontremos con 2.000 accidentes en los hogares españoles. Caídas, heridas, quemaduras e incluso asfixias son algunos de los percances a los que estamos expuestos en un entorno que a priori es seguro. Además de asegurar el hogar, es necesario la prevención, sobre todo si tenemos niños pequeños o personas mayores.

Los accidentes domésticos y los niños

No se trata de asustarnos, se trata de ser conscientes de que cuando los peques son muy peques no controlan el entorno. Si estos accidentes pueden pasarnos a todos, imaginad a un niño que está empezando a explorar el mundo. Por este motivo, los niños, junto a los ancianos, son la parte de la población con mayor riesgo de accidentes domésticos.

Los datos y cifras están ahí: España es el segundo país de Europa que registra más accidentes infantiles. Asimismo, los accidentes domésticos están considerados como la primera causa de mortalidad infantil así como el motivo que más conduce a los padres a los Servicios de Urgencias.

¿Qué podemos hacer? Además de tener un hogar más seguro (hay un sinfín de opciones para proteger las partes más peligrosas de una casa), debemos prevenir esos accidentes.

Caídas y traumatismos en niños

Son la principal causa de accidentes domésticos en niños. Actos sencillos como no dejar jamás a un niño solo en una superficie elevada, cerrar zonas como escaleras con sistemas de seguridad o intentar que el suelo esté libre de obstáculos pueden ser las mejores acciones para prevenir estos accidentes.

Las ventanas mejor cerradas. Si es necesario, podéis optar por modelos de ventanas oscilobatientes, que permiten airear el espacio pero sin ser un peligro. Asimismo, las televisiones colgadas son mucho más seguras para los niños que aquellas que se sujetan mediante un soporte.

Las intoxicaciones en niños

Otro problema grave es el de las intoxicaciones. En este punto, el sentido común nos ayuda. Jamás debemos dejar medicamentos o productos de limpieza al alcance de los niños. Es mejor dejarlos en armarios superiores o, en su defecto, en armarios con llave o sistemas de cierre de seguridad. Además, la mayoría de productos cuentan ya con cierres o tapas a prueba de niños, optemos siempre por estos formatos.

Quemaduras en niños

Jamás dejemos cerca de un niño cerillas o mecheros. Es cierto que muchos mecheros incorporan ya sistemas a prueba de niños, pero siempre es mejor prevenir. Asimismo, si en casa hay chimenea, será completamente necesario colocar una pantalla protectora.

Detectores de humo o incluso extintores para casa pueden ser una excelente opción para evitar y sofocar incendios.

Asfixia en niños

Los niños pequeños corren el riesgo de asfixia precisamente porque todo lo exploran con la boca. Es un tema muy serio y peligroso. Así, ante nada, sería muy interesante hacer un curso de primeros auxilios para poder aprender técnicas para liberar su garganta de objetos que puedan obstruir sus vías respiratorias.

Aún así, mantengamos siempre a nuestros hijos lejos de piezas pequeñas que puedan ser peligrosas. Nunca los dejes solos cerca de una bañera llena; y es que menos de 3 cm de agua ya es suficiente para que un niño pueda tener un susto.

Ojo también con los cordones y cuerdas de las cortinas. Hay muchos casos de asfixia por este tipo de elementos.