Crear un dormitorio bonito para nuestro hijo puede ser prioridad. No obstante, no debemos dejar que la parte estética nos impida ver otras cosas importantes. La funcionalidad y la practicidad del espacio es esencial. Así, quizá lo más importante a la hora de configurar un espacio infantil sea saber unificar la belleza con la funcionalidad del espacio. Es importante que el pequeño se sienta bien en su dormitorio, pero también que este lugar crezca con él poco a poco.
Si creas un espacio bonito, tu hijo se sentirá atraído al instante. Podrás ser capaz de encender su imaginación y le darás un sentido de orgullo y propiedad. Pero no dejes de la do las piezas prácticas. Los muebles y soluciones prácticas, harán que los espacios se adapten a medida que el niño crece.
Detectando los problemas del espacio
Cuando creamos una habitación infantil desde cero, lo primero que debemos hacer es tomar el espacio y observarlo bien. Cualquier estancia de casa tiene problemas. Una cocina o un baño, quizá nuestro propio dormitorio. Por tanto, es posible que la habitación de tu hijo también tenga problemas a superar. Por ejemplo, una planta rectangular con muchas esquinas. Plantas complicadas con retranqueos y pilares. Si nos fijamos en estos problemas antes de comenzar, daremos mejores soluciones. Por ejemplo, podemos apostar por los muebles modulares o por los muebles a medida, que se adaptan mucho mejor a estas habitaciones y que dan soluciones muy interesantes.
La mejor de las iluminaciones
La planta de una habitación es importante para saber qué muebles podemos meter y cuáles no. No obstante, no dejéis fuera la iluminación. La luz natural debe aprovecharse al máximo. Para ello, coloca tejidos ligeros y que permitan pasar la luz durante el día. Las persianas harán lo propio por la tarde y la noche, evitando que entre la luz cuando acostemos a nuestros hijos.
También debes planificar la luz artificial; y es que puede que la habitación de tu hijo no cuente con mucha luz natural. Además, por las noches también querrán estar iluminados como los días nublados. Se debe contar con una luz general en medio de la habitación. Luego, puedes crear luces puntuales en diferentes zonas: la de descanso, la zona de juegos o el escritorio y la zona de almacenaje. Puedes zonificar con lámparas independientes o bien conmutando diferentes lámparas con diferentes interruptores.
Un suelo cálido para jugar
Es posible que el suelo no puedas escogerlo y que tengas que aceptar el suelo de toda la casa. Esto no implica que no puedas colocar una gran alfombra. Es más, seguramente será más práctico que cambiar todo el pavimento. Recuerda que tu hijo crecerá. Las alfombras le dan la calidez que necesita en esos momentos en los que lo único que quiere es jugar en el suelo.
Escoge formatos amplios, alfombras Xxl que puedan cubrir la totalidad de la estancia o gran parte d ella. En cuanto al estilo, hay gustos y modelos para todos, desde alfombras con estampados geométricos y coloridos, hasta alfombras que imitan las caras de los animales favoritos de tu hijo. También prácticas alfombras que se incluyen en el juego, como las que crean circuitos para que corran coches por ellas.
Invertir en muebles que crezcan con tus hijos
Sí, tendrás que invertir en muebles, no obstante, esto no significa que no puedas ahorrar con la elección. Lo mejor es comprar muebles que puedan crecer con nuestros hijos. Muebles con colores neutros o materiales naturales que jamás pasen de moda. Modelos que puedan adaptarse al crecimiento de tu hijo, como las cunas que posteriormente se transforman en camas o los armarios de estilo neutro que luego pueden aprovecharse con otra decoración en la habitación infantil.
Usa libros y juguetes para decorar
Otra clave que nos gusta mucho es la de usar los juguetes y libros como puntos decorativos en la habitación. Con estos elementos, ayudamos a nuestro hijo en la ardua tarea del aprendizaje. Pero, además, también podemos colocarlos en la habitación para que se conviertan en un punto focal dentro de la misma. Podemos crear desde bibliotecas infantiles hasta una pequeña zona de juegos en la que sus muñecos estén perfectamente ordenados como si de un museo se tratara; y es que en ambos casos, ya estamos inculcando la importancia del orden al pequeño.
Los artículos prácticos que te ayudan a almacenar
En la habitación de nuestro hijo tenemos cosas que quedan bonitas a la vista, como los libros y los juguetes, y muchas otras que no quedan tan bien. Por ejemplo, piensa en la habitación de un bebé, con sus pañales y sus toallitas húmedas. En estos casos, es mejor optar por muebles que nos permitan guardar todos esos elementos. Un cambiador con cajones, por ejemplo, podría ser ideal.
No sólo en este punto, también en el punto de los juguetes menos estéticos o más aparatosos o cualquier objeto. Hay muebles de almacenaje para todas las edades, desde cajoneras hasta preciosos baúles.
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