Hay casas que nos tienen locas. Casas completísimas que lo mismo te ofrecen un mueble que textiles o juguetes. Todoterrenos de la decoración y el ocio que también se enfocan al mundo de los peques. Un buen ejemplo es, sin duda alguna, Bloomingville.
Muebles adaptados a tu hijo
En las colecciones de Bloomingville, los muebles tienen bastante protagonismo. Intentan crear una habitación exclusivamente para niños, en las que las reglas las marcan ellos. Ahora bien, un espacio para niños también tiene que tener la supervisión de un adulto. Bloomingville consigue que los muebles decoren y sean funcionales. Consiguen que el minimalismo nórdico encaje tanto a mayores como a pequeños.
Mesitas pequeñas a las que podrán acceder de forma sencilla. Taburetes cómodos o incluso bancos para poder organizar una fiesta del té con todos los amigos. Estanterías y baúles de madera, que incorporan de vez en cuando algún detalle con animalitos en forma de cajón e incluso una gran pizarra para que tus hijos puedan dibujar o repasar la lección.
Una vajilla sacada del arcoíris
En Bloomingville también tienen una sección para la vajilla mini. Las comidas son importantes, no sólo para crecer, también para reunirse con toda la familia. Es un momento del día en el que los peques pueden formar parte de las conversaciones, un lugar para dialogar sobre qué han hecho mientras comen como los adultos. Así, Bloomingville crea una nueva serie de vajillas MINI mágicas. Vajillas con nuevas ilustraciones de lo más bonitas, incluyendo enmascarados superhéroes, coronas de princesas y una amplia paleta de colores que más bien parece sacada de un arcoíris. Una vajilla ideal para que se sientan también autónomos y aprendan a comer en la mesa de mayores con papá y mamá.
Opciones de almacenaje
El almacenaje no sólo lo vemos con estanterías, que también. Va un poco más allá. En este nuevo catálogo, el desorden tiene los días contados. Se trata de elementos fáciles de usar, tanto por adultos como por pequeños. La colección cuenta con frascos, cajas secretas para poner en orden todo el caos típico de un niño y un sinfín de ideas como cestos o botes. La pieza perfecta para la habitación de tu hijo.
Los niños quieren jugar
Somos conscientes de que los peques quieren (y deben) jugar. Por este motivo, los juguetes de Bloomingville nos parecen realmente adecuados. Hay para todos los gustos, desde figuritas de animales, aviones, móviles o incluso una cuerda para saltar. Lo que más nos gusta es que estos juguetes están hechos de madera. Es un material que nos encaja, tanto a adultos como a pequeños. Es de tacto y apariencia suave, y confiere a los espacios un toque natural encantador.
También destacan las alfombras con dibujos. Sí, esas alfombras, ya típicas, que incluyen un circuito para que tus hijos puedan hacer circular sus coches. Pasión por el motor desde bien pequeñitos.
El mundo de los textiles
No podemos negar que, en una habitación infantil, el textil es esencial. Sobre todo, si nos vamos a habitaciones más bien neutras, con colores blancos y muebles de madera. El textil, de alguna forma, es el que da alegría a esos ambientes. Con los de Bloomingville puedes conseguirlo a la perfección. Tienes un montón de peluches, almohadas mullidas, mantas y ropa de cama para bebés. Además, desde esta casa, aseguran que la suavidad de sus textiles está asegurada por el certificado OEKO-TEX, que aúna una apariencia hermosa y una sensación suave y amigable con el medioambiente.
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