Hoy os traigo un recopilatorio de cinco cuartos infantiles con paredes blancas y pinceladas de color. Ya sabéis que el blanco aporta una luminosidad única a cualquier estancia. ¿Os parece soso? ¡Ni mucho menos! Además, es la base perfecta para casi cualquier tipo de estilo decorativo: escandinavo, ecléctico, romántico…
En la primera fotografía podréis ver una habitación de estilo nórdico con una espectacular litera con forma de casa (es un DiY, puedes ver el proceso de construcción aquí). Aunque la estructura de la cama es blanca, así como las paredes y el techo, el toque de diversión y color lo aportan los accesorios (lámparas, pomos, láminas…). También es muy acertada la elección de la ropa de cama y los cojines con estampados gráficos y animales y las guirnaldas multicolores o negras.
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Una fórmula parecida (blanco + color+ toque de negro) han utilizado para decorar este cuarto infantil, aunque aquí se puede ver mezcla de elementos y estilos decorativos. El blanco de las paredes es el lienzo perfecto con el que jugar a combinar láminas, juguetes y complementos. Y el tipi bordado es precioso, ¿verdad?
¡Qué divertida es esta habitación compartida por Hedda y Edith! Pintar uno de los muebles de otro color es un acierto seguro. Atrévete y transforma un viejo armario en algo realmente original.
Si prefieres crear un ambiente más relajado en el cuarto de los niños, colores como el gris y el amarillo te pueden ayudar. Combinan muy bien y crean un ambiente suave y alegre a la vez.
Y, finalmente, también se puede crear una habitación muy romántica partiendo de un fondo blanco. Esta vez, la lámpara floreada y los textiles darán un aire femenino, coloreado y sutil a la habitación infantil.
Me gustan todas!!
¡Gracias Laura!, y a nosotras :)